Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

7 Ago, 2015

Asesoría sí, asesoría no (Parte II)

Contratar un asesor de negocios o no… ésa es la cuestión. Aun para las empresas pequeñas o medianas (NO sólo para los emporios) el contar con un asesor externo que pueda dar un análisis objetivo de lo que pasa en el negocio y una visión certera del camino a seguir puede ser una inversión (porque sí, sí cuesta dinero) muy rentable.

Las opciones son varias y vienen vestidas de diferentes colores. Ya sea de empresas de asesoría, programas públicos, incubadoras, aceleradoras, hubs de emprendedores.

La semana pasada en esta misma columna (que puedes consultar en: http://www.dineroenimagen.com/lideres/99) platicamos sobre las generalidades y los objetivos que debes tomar en cuenta si vas a buscar el apoyo de un asesor. Aquí un par de consejos más.

¿Cómo elegir?

La creciente demanda de servicios de Consultoría de Negocios ha generado una gran gama en la calidad de las empresas que ofrecen estos servicios, desde las grandes transnacionales y los pequeños despachos independientes (ya sean públicos, privados, con fines de lucro o probnon) hasta charlatanes que en el “mejor” de los casos te hacen perder el tiempo, y en el peor pueden llegar a descarrilar o a atrasar los procesos de tu empresa.

Es fundamental evaluar los servicios de estas empresas antes de contratarlas, para poder asegurar un resultado exitoso.

 ¿Qué es lo que se debe buscar?

1. La reputación de la consultora, y de su gente es el activo más importante; una excelente referencia es la experiencia que amigos o colegas hayan tenido y que puede servir de parámetro de calidad y servicio.

2. Visión de 360°: los consultores deben tener un perfecto conocimiento, no sólo de lo que pasa dentro de la empresa, sino de todo lo que ocurre en el mundo que la rodea.

3. Servicios integrados: la asesoría debe contar (in house o a manera de contactos) con profesionales en todas las áreas del actuar empresarial, desde los expertos en números hasta los expertos en gente, que permitan analizar a la empresa como un “ser integral”.

4. Innovación aterrizada: la consultora debe estar a la vanguardia en soluciones creativas e innovadoras, sin dejar a un lado aspectos vitales como la conformidad legal y contable.

5. Independencia de juicio:  tal como un médico está contratado para dar un diagnóstico certero, aunque sus palabras sean duras un asesor debe actuar con firmeza en la labor para la que fue contratado.

Los consultores deben dar su opinión sin tribulaciones, pensando primordialmente en el bienestar futuro de la empresa. Aun cuando esto implique juicios duros en contra del director general/ dueño/emprendedor.

 6. Cultura de integridad: al ser vendedores de opiniones y consejos, la médula en el actuar de la consultora debe ser la ética. Actuando siempre de una manera congruente con las necesidades del cliente y con el beneficio de la sociedad y, también, evitando ser juez y parte de cualquier situación.

 7. Empresa de un solo cliente: independientemente de que sea un despacho con uno o mil clientes, el servicio y el interés en cada uno debe ser individualizado y profesional.

A fin de cuentas...

El contratar los servicios de una empresa de asesoría no reduce o elimina el esfuerzo que se tiene que realizar en la empresa, pero definitivamente brinda una mayor eficacia y eficiencia que permiten obtener mejores resultados.

La única receta de éxito, que ha sido probada durante miles de años, es la perseverancia.

En las palabras del gran dramaturgo
irlandés George Bernard Shaw: “Cuando era joven me di cuenta que nueve de las diez cosas que hacía fracasaban, por lo que aprendí a trabajar diez veces más fuerte”.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube