Polonia

Estuve unos días de viaje por Polonia. La gente de mi generación tiene muy presente lo que pasó en Europa del Este la segunda mitad del siglo pasado en la época del socialismo soviético. Como economista es muy interesante entender lo que puede pasar en una transición. Mi análisis de hoy lo voy a centrar en comentar sobre un proceso que puedo calificar de muy exitoso.

Empezaré por comentar sobre algunos de los temas que se ven. Uno, es la infraestructura. Transité por un sistema de carreteras bastante bueno. Sus mejores autopistas no le piden nada a las de otros países de Europa, pero las autopistas de cuatro carriles, que son locales, tienen cierta ineficiencia, algunas al pasar por pueblos tienen semáforos. Se ve que están en transición, modernizando más, es decir, se percibe movimiento.

Otro tema que llama mucho la atención es el tráfico en las carreteras. Se ve mucho camión de carga que lleva mercancía de Polonia al resto de Europa y de regreso. No hay mucho transporte terrestre de pasajeros y tráfico de vehículos privados en un nivel razonable. Es decir, hay una actividad comercial que se mueve por carretera debido a la integración con el resto de Europa.

Hay un rasgo que me pareció interesante y que tiene que ver con el respeto a la ley. Se ve que hay un Estado de derecho que se aplica. Por ejemplo, los camiones cumplen con los pesos y medidas reglamentarios y, además, hay un respeto total de su parte a los limites de velocidad.

En la tranquilidad al caminar en Varsovia y en Cracovia se percibe que la policía controla y que hay seguridad. No da miedo caminar en la noche. Otro aspecto relacionado es que se ve en las ciudades un buen orden y limpieza.También se aprecia la inversión que han hecho por dejar las dos ciudades principales muy presentables al turismo.

Se percibe bienestar económico en la población. Se aprecia que hay un buen nivel de vida, sin llegar a observar el nivel de vida de su vecino Alemania. Pero lo interesante es que se ve este proceso de convergencia en Europa. Hoy la brecha de ingreso con sus vecinos es mucho menor que hace 20 años.

Como en toda transición, el tiempo va haciendo que se logren cosas. Una de ellas es el rompimiento con el pasado del régimen socialista. Queda claro que en esos años el país era muy pobre. Lo que se aprecia en el Palacio en Varsovia es que la élite socialista gobernante vivía a todo lujo y el resto de la población con escasez.

La gente de más de 30 o 35 años quieren borrar ese capítulo de su vida. Me comentaban que muchos opinan que se debe tirar ese edificio. A los jóvenes, que no vivieron esa época, no les implica un lastre emocional ese edificio.

Lo que vemos es una transición emocional, donde no se añora la Polonia de antes de la Segunda Guerra Mundial o la época socialista. Se aprecia que están enfocados en lo que viene.

Si bien, la descripción anterior puede ser interesante, hay que ponerla en nuestro contexto. Polonia tenía un PIB per cápita en 1990 que era una fracción del de México. A la fecha el PIB per capita de Polonia es significativamente superior al de México.

Nos han superado y nosotros seguimos sin encontrar factores de dinamismo para nuestra economía como pueden ser Estado de derecho y dejar de mirar al pasado.

*Director General del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx