¿Qué tan lejos estamos del internet del sonido?

CIUDAD DE MÉXICO.- Investigadores de diversas instituciones trabajan en encontrar nuevas formas de transmitir información como en internet, ya sea a través de la luz o el sonido. Esta última forma de hacerlo ha llamado la atención con el desarrollo de aplicaciones como Chirp, o nuevas formas de hackeo.

Uno de los más grandes partidarios de usar el sonido como una forma de comunicación entre las máquinas es Patrick Bergel, fundador de Chirp, quien está impulsando un nuevo concepto al que llama “Internet of Sound” o, en español, Internet del Sonido.

Esto quiere decir que no se necesita una infraestructura como la actual para transmitir la información, sólo se requiere un emisor y un receptor y el sonido por sí mismo es la red.

Lo anterior significa que los datos referentes a una imagen, un documento o una dirección URL podrían convertirse en una señal de audio que dure pocos segundos y que será decodificada una vez recibida.

En un reciente artículo, Bergel detalló que existen varias técnicas para que el sonido funcione como una red. La primera es tener una huella digital de audio como se hace con aplicaciones como Shazam o Soundhound.

Otra, la segunda, es añadir marcas de agua en el audio, lo que significa ecos imperceptibles para el oído humano que funcionan para que cada sonido sea único y así sea reconocida la información que contiene, sin olvidar también la tercera opción, que es convertir al audio en sí mismo en el código que contiene todos los datos como se hace con la aplicación Chirp o su competencia LISNR.

El desarrollador inglés confió en que esta nueva forma de internet a través del sonido podría tener un gran impacto en zonas donde no existe la conectividad y en donde es posible aprovechar equipos que parecen obsoletos como altavoces muy básicos, radios y todo aquello que pueda enviar un sonido.

Hay retos

Aunque existen grandes posibilidad para aprovechar esta carretera de información a través del sonido, Bergel aceptó que todavía hay retos por superar. Por ejemplo, se trata de una aplicación para usar a distancia corta; el sonido puede pasar desapercibido en un mundo lleno de ruido; puede que contenga muchos datos pero sea incómodo para el oído humano y, el más complicado de todos, es que éste puede ser leído por todos los dispositivos que estén en un rango cercano haciéndolo un método inseguro de compartir información.

Sin olvidar que el sonido también es un elemento en la mira de los hackers, ya que un grupo de investigadores alemanes desarrolló, en 2013, un código malicioso que permite transmitir información confidencial usando los micrófonos y altavoces de los equipos infectados, afortunadamente también encontraron la forma de parar este ataque.

Y este año, un grupo de Red Ballon Security encontró la manera de hacer que los circuitos emitan ondas de sonido, un primer paso para robar información.

Sólo les falta saber cómo introducirse a las máquinas, elegir la información y convertirla en ondas, en lo que trabajan diversos investigadores de manera preventiva.

Las opciones

Bergel abrió una campaña de crowdfunding para hacer realidad la aplicación Chirp logrando recaudar 88 por ciento más de lo esperado. Dicha solución ya está disponible para los dispositivos iOS y Android permitiendo compartir fotos, contactos, páginas de internet y otra información a través de sondeos que duran dos segundos.

LISNR, por ejemplo, es comunicación de igual a igual, sólo que esta plataforma se está enfocando en brindar servicios a empresas, particularmente para marketing, en vez de dirigirse al consumidor final. Además está Google Tone, una extensión para el navegador Chrome que transmite direcciones URL de una computadora a otra, pero deben estar cerca.