Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

11 Ago, 2015

Cuidado, los problemas económicos y políticos ahí siguen

Es tan baja la calidad de nuestra gobernación, que cualquier cosa nos distrae de lo fundamental; la semana pasada, el proceso interno del Partido Revolucionario Institucional (para designar al sucesor de aquel que llevado por sus estudios en el campo de la filosofía, llegó de manera natural a estudiar y especializarse en el tiempo y su significado, doctor César Camacho), tomó por asalto todos los espacios mediáticos que tenemos en México.

De repente, como si estuviéremos frente al estreno esperado de la temporada, todo fue borrado para poner al frente el tema aquél. Para un observador interesado en conocer qué es lo que enfrentamos en México durante los tiempos que corren, no podría menos que concluir que nuestros problemas se circunscriben, ahí están los hechos para demostrarlo, a los cambios de dirigentes en dos o tres partidos políticos.

Lo visto pues, de manera resumida nos habla de un desinterés preocupante en los obstáculos y problemas estructurales —y sus causas—, que nos mantienen desde hace un buen número de años en el estancamiento económico.

¿Qué deja ver la atención generada por la llegada de Manlio Fabio Beltrones, a la presidencia del PRI? ¿Qué hay aquí y ahora en torno a esta designación, que prácticamente a todos volvió loquitos? Lo admito, no tengo una respuesta medianamente clara; sin embargo, por encima de esta incapacidad personal para elaborarla, pienso que sería un ejercicio útil seguir preguntando, pues en un descuido, las preguntas mismas nos llevarían a la respuesta.

Lo visto en el proceso interno del PRI, si bien debemos guardar las debidas proporciones y diferencias obvias en muchos aspectos, también está presente en los procesos de renovación de dirigencia que hoy llevan a cabo el PAN y el PRD.

¿A qué pues, se debe esta efervescencia generada por algo tan normal en la vida interna de esos tres partidos que rebasa, con mucho, lo interno, lo que es de interés para sus militantes? ¿Qué lleva a integrantes de la clase política y a la comentocracia a dedicarse —en detrimento de todo lo demás—, a lo que pienso es materia sólo de sus militantes?

Como un primer acercamiento, tengo la impresión que el revuelo causado se debe, en buena parte, al hartazgo y rechazo consecuente, de lo que consideramos hoy una gobernación que defraudó, a unos y otros, a todos por igual. La renovación de los cuadros dirigentes entonces, sería una especie de fin anticipado del sexenio; una especie de renovación de la esperanza al ver a nuevos funcionarios que, a los ojos de algunos, pudieren ser incapaces pero al menos no se les notaría tanto.

Otro elemento que vale la pena destacar, es el que nos dice que los que están, ya deben irse a su casa. Los desaciertos, pifias y muestras sistemáticas de falta de oficio e incapacidad en la gobernación, son innumerables; el daño causado alcanzó tales niveles de gravedad, que la estabilidad política y económica está amenazada.

De ahí pues, sujeto a que regresemos al tema, que tanto Beltrones como Anaya y el que encabece al PRD, vendrían a representar el futuro pues los que están, son el pasado desastroso que queremos dejar en el olvido. ¿Y usted, qué piensa?

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