Enrique Castillo-Pesado

Ficción financiera

Enrique Castillo-Pesado

15 Ago, 2015

Alibaba vende autos rebajados; Mazda MX-15; condes, duques y marquesitos que pagarán impuestos en España

La institución por internet Alibaba está probando un nuevo mercado: tras vender ropa, tecnología y zapatos, ahora se acaba de estrenar en el mundo de los autos, debido a un acuerdo con Yongda Automobiles. Y como oferta inicial, la mayor empresa asiática de comercio electrónico, está ofreciendo a través de su portal Tmall 40 unidades de Chevrolet Epica por menos de 10 mil euros, ¡con descuento hasta de 409 por ciento! Los supuestos —o seguros— compradores podrán recoger sus pedidos online en 200 puntos de venta en China. Seguramente los que adquieran esos automóviles serán principalmente chinos o extranjeros que viven en Hong Kong, Shangái y Pekín.

Y la alianza irá más lejos de la comercialización, incluyendo servicios de financiación de los autos. Entre las marcas que distribuye Yongda se encuentran fabricantes de lujo como Jaguar Land Rover (¿oíste, amigo Chamasur?) y Bentley, el automóvil de la gente elegante y que gusta de poseer un vehículo que dura toda la vida, al igual que el Rolls-Royce. China es el mercado más grande del orbe en el sector automotriz, con 23 millones de unidades vendidas en 2014, siete por ciento más que en 2013.

Esta nación tiene un amplio potencial de crecimiento, dado que sólo hay un vehículo por cada diez habitantes (frente a las ocho de Estados Unidos), aunque sus grandes ciudades sufren graves problemas de contaminación y tráfico y atascos fuera de serie, debido al rápido crecimiento de sus parques automovilísticos.

Está bien que en México deseen que haya más bicicletas, pero no todo mundo puede andar en bicicleta, además de que debe existir un reglamento inteligente y bien diseñado para ciclistas y automovilistas, porque ya no les importan los transeúntes o los automóviles y andan por donde les place, originando accidentes.

OBSESIVA ATENCIÓN EN DETALLES

La cuarta generación del roadster más vendido de la historia llegó a México; el Mazda MX-5 2016 y estará disponible a la venta a partir de septiembre, “en una sola versión”. Este pequeño y divertido convertible (la mayoría lo prefiere en color rojo; luego, negro, blanco y amarillo, pero no sé en cuántos colores lo producirán), cuyo precio será de 343 mil pesos, representa en estado superlativo los valores y filosofía que la institución nipona continúa como mantra, al desarrollar cada producto.

Este nuevo Mazda es todo un icono de la industria global. Pese a que sólo cuenta con 25 años en el mercado, ganó un lugar en el Salón de la Fama, reservado sólo para leyendas como Ford Mustang, Porsche 911, Ferrari, Maserati y Lamborghini, que le duplican la edad.

LA TRANSMISIÓN DE TÍTULOS

Los presupuestos del Estado español para 2016 recogieron curiosidades  como ¡el aumento del impuesto que pagan los que aman o presumen de títulos nobiliarios! que, honestamente, actualmente, ¿a nadie le importan?

Ahora tendrán que pagar hasta por la transmisión de dichos títulos (en México todavía existe el título del marqués de Guadalupe, de la familia Rincón Gallardo, y dos-tres menos importantes que concedió el gobierno español hace más de dos siglos en México, y uno papal que concedió el Vaticano a la duquesa Isabel Pesado de la Llave de Mier, por obsequiar un templo protestante a la Iglesia católica). Pero siguiendo con este delicado y a veces ―absurdo― tema, un tipo para los condes, duques (no el duque de Otranto), y marqueses de pacotilla, deberá aumentar 1% por las transmisiones y rehabilitación de grandezas y títulos nobiliarios (así como en la serie del Gran Hotel que pasa por Netflix; véala, se divertirá, además de gozar la calidad histriónica de Concha Velasco y gozar de la belleza de Amaia Salamanca, que debería trabajar en Hollywood).

Si un padre cede a su hijo un título de grandeza tendrá que pagar dos mil 726 euros. Por la transmisión de títulos sin grandeza deberá abonar 777 euros. En el caso de que la cesión sea tranversal, a sobrinos o tíos, pagará seis mil 384 euros, en el primer caso, y mil 949 euros en el segundo. En México nunca se gestó la aristocracia como en Europa, salvo dos—tres títulos. Lo que se debe respetar y sí ha existido aquí el abolengo (la transmisión de educación en las familias mexicanas). En mi caso, sólo creo ¡en la aristocracia del espíritu! ¿O, no? Además, para creyentes, sabemos que venimos de Adán y Eva, o luego de Noé. ¿Usted qué piensa?

Hasta la próxima, ¡abur!

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