Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

15 Ago, 2015

Cautela sin bola de cristal

Hace días, al llegar al aeropuerto principal de Nueva York-Nueva Jersey, casi extraño a la Terminal 2 del AICM,  aunque recordé que la instalación a veces huele mal y, además, existe el riesgo de que en la maleta aparezcan bolsas con polvo blanco, esto se convierten en un pasaporte exprés para ir a un penal. Mi nostalgia se dio a que la fila para cruzar migración en el JFK era desordenada y caótica, sin duda, debió haber influido que el avión en el que llegué tuvo la mala fortuna de ser antecedido por una aeronave, seguro un Airbus A380 o un Boeing 747, llena de personas provenientes de China. Quise advertir en los rostros orientales alguna preocupación por la devaluación de su moneda frente al dólar y es que seguro que al planear sus viajes nunca imaginaron que el gobierno de su país optaría por realizar la peor devaluación de las últimas dos décadas, en realidad no parecían preocupados, seguramente intuyen las cifras que dio a conocer el Departamento de Comercio de EU, las cuales dan cuenta de que en la primera mitad del año el déficit comercial de la Unión Americana con China ascendió a 170 mil 800 millones de dólares, lo que significó un incremento de 10% en comparación anual. Las exportaciones de EU a China cayeron 4.7% en el primer semestre, mientras que las importaciones de la nación asiática avanzaron 6%. Además, las personas que hacían fila en el aeropuerto seguro sabrán que su moneda está respaldada por reservas de tres billones 500 mil millones de dólares, casi tres veces el PIB de nuestro país.

Hay muchas suposiciones de lo que podría estar detrás de la devaluación China, la segunda mayor economía del planeta está creciendo menos de lo esperado, tiene consecuencias en los precios de las materias primas y puede tener efectos de segundo orden de tipo político y social y, por supuesto, de un menor dinamismo de la actividad económica del planeta.

Los que tendrían que estar más preocupados son los miembros del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal, debido a que el panorama de incremento de las tasas de interés se ha modificado con las decisiones de China a lo que se suman datos de un menor dinamismo del comercio internacional, esto tendrá una incidencia en la economía de EU. Lo interdependiente del sistema económico actual y la volatilidad que prevalece en el escenario internacional hacen que adoptar una postura proactiva para contrarrestar la decisión de la Fed sea muy riesgoso y contraproducente. En la postura de política monetaria, que dio a conocer el banco central de México, se da cuenta de que hay espacio para el debate, ya que uno de los miembros de la Junta de Gobierno mencionó que debería darse un incremento de 25 puntos base de manera anticipada. La mayor parte de los miembros del órgano de decisión consideraron que el riesgo de acentuar la desaceleración de la economía con un incremento de tasas supera los posibles beneficios. Si Banxico hubiera hecho caso a las primeras voces que pedían un incremento de las tasas, seguramente ya se habría equivocado por inhibir a la economía nacional.   

LA IP NO ENTIENDE

Algunos líderes de las cámaras del sector privado parecen no dimensionar los elementos de la discusión, ya que si se diera un incremento de las tasas a principios de 2016, se podría manifestar una desaceleración de la economía por una caída en la demanda interna, esto no se ha hecho presente en sus discursos y, por lo tanto, transmiten que no tienen un entendimiento completo. Además, por otro lado, se benefician las exportaciones, aunque habrá un límite a la inacción en cuanto a las tasas en caso de que en la Fed predomine una visión de normalización de política monetaria acelerada. La discusión debería centrarse en los márgenes en los que se mueve el peso-dólar y en cuáles deberían ser los parámetros para detonar un movimiento de tasas en México, para evitar un impacto en la inflación que no aparece por ningún lado en las condiciones actuales. Lo único claro es que el panorama aparece caótico y desordenado, lo que impide que la bola de cristal ayude y ante ello, mejor la cautela.

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