Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

19 Ago, 2015

IFT debe cuestionar a AT&T

El periódico The New York Times dio a conocer que al menos entre 2006 y 2013, AT&T trabajó de manera muy cercana y fluida con la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), lo que permitió, por ejemplo, que la entidad de espionaje estadunidense colocara un equipo de vigilancia en 17 instalaciones de internet de la compañía en la Unión Americana. De acuerdo con lo reportado por el diario que utilizó como fuente primaria documentos filtrados por Edward Snowden, la firma que dirige Randall Stephenson le dio a la NSA acceso a 60 millones de correos electrónicos por día de personas no estadunidenses y además le aportó datos de otras compañías que se interconectan con su infraestructura.

Dado que AT&T adquirió a Iusacell y Nextel, y que anunció que estará desplegando una inversión de tres mil millones de dólares para lograr dar cobertura a 100 millones de mexicanos con su red móvil de acceso a internet rápido, es indispensable que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) cuestione a la empresa estadunidense para que responda cómo dará garantías de que la concesión que le ha sido otorgada para dar el servicio de telefonía celular en México no será utilizada por una agencia de espionaje de otro país con la que presumiblemente tiene o tuvo acuerdos y alianzas, y adicionalmente imponerle inspecciones a su infraestructura en México para que las autoridades establezcan que no hay instalaciones secretas como las que se establecieron en San Francisco, California, y Bridgeton, Missouri, como lo documentó la reconocida revista Wired, y a las que sólo podía tener acceso personal de la NSA.

Es inocente pensar que Estados Unidos no espía a México, de hecho el semanario alemán Der Spiegel dio cuenta a finales de 2013, utilizando como fuente los documentos filtrados por Snowden, que la NSA vulneró los sistemas de cómputo de la entonces Secretaría de Seguridad Pública. Sin embargo, tiene otra dimensión el hecho de que una compañía que está llamada a convertirse en la primera o segunda mayor operadora de telecomunicaciones en el país tenga una relación de trabajo con una agencia de espionaje extranjera y de ahí que sería importante que el órgano que preside Gabriel Contreras hiciera algunas preguntas al respecto.

El tema del espionaje tiene una connotación que va más allá de las referencias cinematográficas, en México la filtración de llamadas es casi un asunto cotidiano y seguro hay visiones cínicas que dan por sentado que cualquier llamada telefónica o correo se puede filtrar lo cual es cierto, sin embargo, hay una gran diferencia entre una intervención individual y la capacidad de captar millones de metadatos de millones de personas de manera cotidiana. Está establecido que a través de una petición judicial o incluso se puede suponer que en ciertos casos, a pedido directo del gobierno, los principales jugadores de telecomunicaciones proveen información de sus usuarios, pero existe una gran diferencia entre esto y captar millones de datos de manera cotidiana vigilando de facto a la población de todo un país o pudiendo obtener información de alguien en específico de manera simple. No imagino que sea viable para la NSA pedirle a América Móvil los metadatos de los millones de usuarios en México o sus correos electrónicos, en cambio hoy sabemos que esto ocurría y probablemente ocurre de manera cotidiana y automatizada entre AT&T y la NSA.

También se puede argumentar que no es un asunto que deba preocupar, dado que los criterios del gobierno de Estados Unidos tienen que ver con su seguridad nacional; sin embargo, ya se ha divulgado que en muchas ocasiones estas herramientas han sido utilizadas para realizar espionaje industrial, para defender intereses de negocios específicos o en negociaciones diplomáticas, lo cual también ocurre de manera constante, ejemplo es la vigilancia que se ha dado sobre la ONU, no obstante tiene una dimensión adicional cuando lo realiza la mayor agencia de inteligencia del planeta con acceso y control directo de la infraestructura de telecomunicaciones de un país.

Aunque como ya sabemos el espionaje ocurre en múltiples niveles de la infraestructura, sería importante que el regulador de las telecomunicaciones hiciera algunas preguntas y busque algunas garantías de parte de Thaddeus Arroyo, CEO de la empresa en México.

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