Petróleo... quién da más

El precio del petróleo vuelve a dar un revés en contra de la economía al bajar 30%, mandando una señal clara de que está sobrando petróleo.

Y aunque el gobierno de Enrique Peña Nieto ya mandó señales para que el precio no se siga moviendo a la baja, es claro que hay exceso de producción, viendo que Estados Unidos y Arabia Saudita no han dejado de producir y el mercado está inundado de dicha mezcla, misma que permitiría atender la demanda de los próximos dos años.

Así que la perspectiva de largo plazo es que veamos un precio del petróleo bajo, lo cual, sin duda, se traducirá en un recorte al gasto por parte del gobierno federal.

Además de un seguimiento a los movimientos que se den por parte del Ejecutivo, mismos que no deben titubear o esperar, para que se fortalezca el mercado interno. Tal es el caso de la implementación de una reforma integral diseñada con la finalidad de ser amigable a la inversión y al empleo, que regrese la deducción acelerada para que las empresas se animen a invertir y que, también, regrese el poder deducir las prestaciones sociales al 100%, y no a la mitad, como desde hace un año.

A fin de cuentas, debería ser la sociedad la que deba tener mayor acceso a la deducibilidad, y sea ella misma quien fiscalice, pidiendo facturas y no descuentos a cambio de no recibir la factura, lo cual sólo ha traído un incremento de la economía informal, donde perdemos todos, dado que las irregularidades aumentan al interior de la formalidad.

Esperemos que las decisiones sean correctas y en tiempos, a fin de evitar que la devaluación que vivimos no comience a agudizarse, haciendo de las suyas en materia de guerra entre precios y salarios, lo cual sería más que alarmante.

Ojalá se puedan establecer cambios fiscales en septiembre, así como esquemas que ayuden a detonar de forma nacional y en la capital el turismo. Asimismo, se volteen a ver con seriedad esquemas de fortaleza de corto y largo plazo para el sector salud y se deje de sumar a la deuda que se tiene como país. Ojalá no sea mucho pedir.

PROYECCIÓN BLANCA

Es una realidad que la leche es el petróleo blanco de los mexicanos, de ahí la importancia tomada en torno a esta bebida.

Y es el director general de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez Puga, quien durante esta semana representará a México en el VII Seminario de Alimentación Escolar para América Latina y el Caribe con el objetivo de exponer la problemática que se tiene de frente a la pobreza extrema en México y su impacto en la desnutrición infantil.

También hablará de la Cruzada Nacional contra el Hambre, el impacto de la distribución de leche de Liconsa en la nutrición infantil y el programa de abasto social de leche. Y con el fin de que se establezcan esquemas que permitan mejorar los niveles de nutrición de millones de mexicanos. Tema por demás alarmante, considerando que el padrón de beneficiarios de Liconsa es de 6.4 millones de personas diariamente, mientras que la meta de compra de leche para este año es de 770 millones de litros. Ojalá que no se quede en una simple exposición.