La oportunidad de México frente a Brasil

A principios de la década pasada Jim O’neiIl de Goldman Sachs acuñó el término BRIC’s para señalar a los países que estarían llamados a convertirse en las próximas potencias económicas, agrupó a Brasil, Rusia, India y China. Desde entonces la nación sudamericana se convirtió en la estrella refulgente de la región. En noviembre de 2009 el semanario The Economist  sacó una portada en la que se leía: “Brasil despega”. En ese entonces el Presidente de la nación era Lula Da Silva que mostró que la izquierda podía ser pragmática. Lula retrataría esta visión  en una conferencia de banqueros que dio en México años después de su periodo en la que afirmó que: “Un humilde trabajador metalúrgico realizó la mayor oferta pública de acciones de la historia” en referencia al periodo cuando debutó en la Bolsa a Petrobras, la empresa estatal de petróleo brasileña que recaudó en septiembre de 2010 cerca de 70 mil millones de dólares de los mercados de capitales.  Brasil captó la imaginación del mundo gracias a su sustancial mercado doméstico, su ascendencia en la zona del Mercosur, sus valiosos recursos naturales que incluían al petróleo, así como el avance de la clase media, dicha imagen estaba reforzada con el carisma de Lula que en 2007 logró para su país la sede del Mundial 2014 y en octubre de 2009  tuvo éxito para conseguir ser el anfitrión de los Juegos Olímpicos 2016. Mucho ha cambiado el país en los últimos años, ayer se dio a conocer que se encuentra en recesión luego de que en el segundo trimestre del año tuvo una caída de 2.6% a tasa anual a lo que se suma un desempleo de 9%, una depreciación del real de 35% en el útimo año y una inflación de 9.5 por ciento.

Además el gobierno de Dilma Rousseff enfrenta un escándalo de corrupción de grandes proporciones que ha tocado a figuras del más alto nivel incluyendo al propio Lula,y que ha llevado a constantes manifestaciones masivas que piden la dimisión de la mandataria.

Dos realidades

México está pasando por momentos complicados, pero se encuentra más estable comparado con Brasil, mientras que para la nación sudamericana el pronóstico del FMI para 2015 es de una caída económica de 1.5% para México el organismo proyecta un avance de 2.4%. En México la inflación se encuentra en el nivel más bajo de la historia, en Brasil se ubica al doble del objetivo del banco central. México podría posicionarse como la promesa de la región dado que la economía nacional está mucho más diversificada que la brasileña y no es tan dependiente de las materias primas, además de que la cercanía con EU ofrece una ventaja competitiva acompañada de un mayor nivel de infraestructura y una política comercial mucho más abierta. Todo ello debería ser apuntalado por el fortalecimiento del mercado doméstico y una mayor solidez de las instituciones que en  temas de corrupción no son ajenas a la debilidad que generan los reclamos en el país sudamericano.

Contar la historia

Las grandes compañías globales seguirán buscando participar en el crecimiento de AL. Muchas veces han escogido a Brasil por ser un mercado más vibrante que el mexicano. Las grandes compañías optaron por colocar sus direcciones regionales en Sao Paulo en lugar del DF. En las condiciones actuales es momento de contar la historia mexicana y destacar ventajas como la posición geográfica que implica acceso al TLCAN, además de tener una ascendencia natural para llegar a Hispanoamérica. Capital humano y talento que emerge cada año de instituciones de primer nivel, con buena infraestructura. Con Brasil compartimos los peores niveles de desigualdad reflejados en el coeficiente de GINI, problemas de inseguridad y corrupción. México tiene mayores desventajas como el tamaño de su economía informal, 60% de la población,  que contrasta con Brasil en donde se ubica en 36% de acuerdo con cifras de la OIT. 

México tiene que convertir este periodo de volatilidad en una ventaja frente a Brasil. La primera es generar nuevas narrativas, lo que requiere ser más proactivos con los cambios que ayuden a sostener las nuevas historias. En segundo lugar dar los primeros pasos para disminuir la informalidad.