¿Qué necesita Banxico?

Ayer que el Banco de México cumplió 90 años de existencia de los cuales 21 se han dado con plena autonomía recordé que el Presidente de la República tomará una de las decisiones más significativas y trascendentales de su mandato en diciembre cuando ratifique a
Agustín Carstens o proponga a un nuevo titular para el banco central.

El nombramiento de un banquero central tiene dos dimensiones, una política y otra técnica. En un mundo ideal la decisión tendría que centrarse únicamente en las capacidades técnicas y el aspecto político tendría que jugar un papel muy menor en la formulación de la decisión que tiene un impacto transexenal.

El encargado de la política monetaria de una nación emergente tiene que tener tres características indispensables: un gran intelecto acompañado de un profundo conocimiento económico, firmeza de carácter y un agudo talento diplomático.

La capacidad intelectual y el conocimiento son indispensables ante un sistema financiero internacional inédito que avanza por territorios desconocidos como consecuencia de las medidas extraordinarias que adoptaron los principales gobiernos y bancos centrales del mundo ante la Gran Recesión de 2008. La nueva configuración que se perfila plantea movimientos cruzados con una Europa frágil que implantó nuevos estímulos para escapar de la deflación, una China en crisis que puede detonar cambios tectónicos con múltiples efectos como la caída extendida en los precios de las materias primas y una Fed de Estados Unidos con la perspectiva de normalizar su política monetaria lo que ha fortalecido al dólar frente al resto de las monedas. A ello hay que sumar nuevos fenómenos como la automatización acelerada de amplios sectores de la economía lo cual incide en el desempleo, así como el carácter transversal de las tecnologías de la información que lo sacuden todo. El gobernador del Banco de México tiene que tener un entendimiento sofisticado del sistema financiero y la economía global porque a diferencia de épocas pasadas el entorno actual no permite acciones inerciales. 

En segundo lugar el banquero central requiere de firmeza de carácter para poder resistir las presiones que se generan de manera natural en la relación con la Secretaría de Hacienda.  La diferencia en la visión económica entre ambos actores deriva de que para el gobierno federal los objetivos económicos pueden articularse en función de urgencias políticas mientras que el banco central tiene una lógica predominante de ser guardián de la estabilidad de precios. Una tensión temporal y de baja intensidad entre ambas partes resulta positiva para cualquier país.

Las habilidades diplomáticas también son indispensables para que la figura del banquero central no sea antagónica al gobierno federal dado que aunque exista alguna tensión coyuntural ésta no debe impedir una relación fluida que permita una coordinación constante.

HABILIDADES ADICIONALES

Otro componente relevante para la tarea del banquero central es la comunicación que tiene que ser ejecutada con gran maestría, ya que requiere mandar señales claras con un lenguaje extremadamente cuidadoso y mesurado, al tiempo que debe contar con la capacidad de transmitir conceptos complejos a un sector amplio de la población. Una buena comunicación es la piedra angular de la construcción de la credibilidad del organismo de política monetaria.

Otra característica adicional deseable en el banquero central es tener capacidad de interlocución con el establishment internacional del sistema financiero, lo que es importante para apuntalar la credibilidad del país a escala internacional. Hasta ahora México ha logrado construir una gran reputación en este frente lo que puede resultar clave para que el país se convierta en un puente entre los crecientes cambios que demandan las naciones emergentes frente a la inercia que pretenden los países desarrollados.

También es deseable que el titular del Banco de México tenga la suficiente persuasión y habilidad para generar consensos y al mismo tiempo fomentar la exposición y discusión de ideas divergentes al interior del organismo con la finalidad de enriquecer las perspectivas y el análisis en la formulación de la política monetaria en la Junta de Gobierno.

Considerando las habilidades que debe de reunir el gobernador del Banxico no veo en el panorama actual un perfil más adecuado que el de Agustín Carstens que en muchos aspectos sobrepasa los requisitos.

A diferencia de la Suprema Corte o algunas dependencias, en el caso de Banxico una decisión con criterios políticos mandaría una mala señal en un momento delicado en el panorama global.