Artesanía mexicana, una gran oportunidad de negocio

CIUDAD DE MÉXICO.- Viajar por México y descubrir sus artesanías es un viaje al interior de culturas que son capaces de maravillarnos y hacernos abrazar y comprender el pasado y el presente del país.

Por ejemplo, la imaginación y delicadeza de los artesanos oaxaqueños se refleja en la alfarería, la cual goza de gran prestigio a nivel internacional, sobre todo, el barro negro de San Bartolo Coyotepec, que se encuentra a 12 kilómetros de la capital de estado.

Asimismo, los rarámuris, asentados en Chihuahua, expresan su creatividad en trabajos de barro, madera y textiles, materias primas con las que crean ollas, canastos y artículos de cocina, así como las típicas muñecas mexicanas de madera y tela.

Poco después de su fundación, Puebla ya era reconocida por su producción de cerámica fina, en especial la del estilo talavera, la cual se desarrolló gracias a la arcilla de buena calidad que abunda en la región y a la facilidad y gracia de los artesanos para desarrollar piezas cotizadas a nivel internacional.

Y una empresa quiere apoyar a los artesanos para que reciban el ingreso justo producto de su trabajo…

Mexikatekatl brinda oportunidades reales de negocio a artesanos mexicanos al conectarlos con mercados de alto valor para cambiar su realidad, pues en México aún falta una real promoción del consumo artesanal, de modo que los artífices tienen que “arreglárselas” para vender sus productos, muchas veces con un costo por debajo de su valor y, en muchas ocasiones, competir con “artesanía china”, como mencionó Sofía Cruz del Río, fundadora de esta empresa.

Mexikatekatl trabaja con artesanos para ayudarlos a comercializar sus productos en hoteles y restaurantes, de esta forma genera ingresos para los productores y ayuda a rescatar las tradiciones mexicanas al conectar su trabajo con la industria del turismo y la gastronomía y fijar precios a través de la venta por catálogo (basado en técnicas y no productos) y alejando el “regateo”.

A un año y medio de su creación Mexikatekatl ha apoyado a más de 40 artesanos, donde 60% de la utilidad va directamente a ellos. Además, su fundadora cuenta que de cada 10 hoteles visitados, con 8 cierra venta y espera crecer más.

Mexikatekatl cuenta con presencia en hoteles y restaurantes de San Miguel de Allende, Puebla, Ciudad de México, Cancún, Los Cabos y Jalisco. Asimismo, la empresa incorpora alrededor de 35 técnicas presentes en cuatro estados: Michoacán, Oaxaca, Jalisco y Chihuahua, entre las que se encuentran barro, vidrio, palma, madera, talabartería y piedra volcánica.

"Me enfoqué a que sean técnicas que de una forma u otra están continuando o contando una historia o una tradición de México", señaló Sofía.

En cuanto al valor agregado de su empresa, Sofía destacó:

Son artesanías que cuentan la historia de México. Son técnicas tradicionales que de una forma u otra están desapareciendo y no son manualidades. No es alguien que de repente lo aprendió, sino que lo trae de familia, que trae un legado detrás. Si esa persona deja de fabricarlo, se pierde".

Sin embargo, uno de los problemas que ella quiere atacar es la poca o nula convivencia del viajero de negocios con la cultura del país que visita, en este caso, México.

"Hay mucho turismo de negocio en México, pero por lo general estas personas que vienen a trabajar no tienen tiempo de conocer (los lugares que visitan)", por eso, destacó, "los productos están enfocados a que el huésped tenga contacto con la cultura".

Un mercado que promete

México tiene 62 etnias y cada una de ellas cuenta con sus características de arte popular, que representan a los diversos estados, por lo cual se estima que más de 8.5 millones de personas elaboran productos artesanales en el país y se sabe que a nivel internacional las artesanías mexicanas tienen un amplio reconocimiento y valoración que representan un mercado muy atractivo con potencial de crecimiento.

En materia de exportación las artesanías mexicanas tienen una mayor demanda en países como España, Canadá, Estados Unidos, Colombia, Alemania, Italia, Australia entre otros. Así, la plata, oro, ónix, pewter, barro, cerámicas, madera y cuadros prehispánicos, así como telas bordadas a mano, son algunos ejemplos de las artesanías con una mayor participación en el comercio internacional.

Por ello es necesario incrementar los negocios comerciales en el extranjero, con la finalidad de abrir mercados para la exportación de éstos artículos, permitiendo que las artesanías mexicanas lleguen a diferentes lugares del mundo para ser valoradas por el trabajo que tienen implícito.

De acuerdo con datos de ProMéxico, en Estados Unidos, además del sajón, existe el mercado “de la nostalgia”, que ofrece una buena oportunidad de negocio. Por si fuera poco, la artesanía es un giro que registra ventas diarias de 20,000 dólares en promedio, con altas en verano, septiembre y diciembre.
 

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