Cómo manejar un episodio de estrés

Todo mundo se topa con condiciones desafiantes que pueden inducir estrés. Sin embargo, lo bien que sigamos funcionando tiene mucho que ver con cómo evaluamos la situación y cómo respondemos.

Cuando vemos las condiciones como un reto para el que tenemos los recursos necesarios para responder, el estrés de hecho puede darnos una ventaja en el desempeño, como cuando una atleta bien entrenada siente mariposas en el estómago justo antes de una competencia.

Cuando vemos las condiciones estresantes como una amenaza, como algo para lo que no estamos equipados, es probable que nuestro desempeño se deteriore.

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Reconocer lo que pasa en el cuerpo cuando estamos estresados es el primer paso para cambiar lo que está pasando en la mente. Cualquiera de las respuestas fisiológicas clásicas para el estrés (respiración fuerte, sentir como late el corazón, transpirar, sentir la boca seca, etc.) nos da la oportunidad de anticiparnos a la escalada del estrés.

En lugar de intentar ignorar estos síntomas, el enfoque contraintuitivo aunque altamente eficaz es prestarles atención.

El acrónimo RAIN es una herramienta simple pero poderosa para manejar un episodio de estrés. Permite cambiar nuestra perspectiva del factor estresante de amenaza a reto manejable y activar nuestros propios recursos para cubrir el reto con ecuanimidad.

- Reconocimiento: Tome nota conscientemente de lo que está ocurriendo en su cuerpo y mente. Por ejemplo, “siento seca la boca y tengo un hueco en el estómago. Me siento como un idiota”.

- Aceptación: Reconozca que la respuesta al estrés está presente y déjela estar. Esto no significa que esté contento con ello, pero renunciar al esfuerzo por resistirse, paradójicamente, es la forma más rápida de ayudar a que pase.

- Investigación: Pregúntese calmadamente qué ideas y emociones están presentes. Una persona que se sienta estresada antes de una entrevista laboral pudiera contestar: “No puedo creer que parezca tan inepto. Temo que voy perder esta oportunidad y me voy a sentir fracasado”.

- No identificación: Habiendo reconocido, aceptado y explorado las implicancias de sus síntomas de estrés, el paso final es comprender que aunque las está experimentando, no lo definen. “Se me está ocurriendo que pudiera sentirme fracasado” es muy distinto y mucho más manejable que “soy un fracaso”.

Usar esta herramienta le ayuda a recuperar su fortaleza y sentido de control, y a proceder de forma calmada y racional.

Monique Valcour es asesora ejecutiva, conferenciante principal y profesora de administración en la Escuela de Negocios EDHEC.

kgb