Se lleva un buen camino fiscal: Agustín Carstens

LIMA.-México lleva un buen camino fiscal que ayuda en el tema de protección de la economía, sobre todo por la caída de los petroprecios y los problemas que se enfrentan en el exterior y que afectan las finanzas internacionales, dijo Agustín Carstens, gobernador del Banco de México.

En entrevista previa al inicio de la Asamblea de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional, Carstens coincidió en que se reconocen los avances y también la protección del uso de derivados para cubrir los ingresos petroleros fiscales, además que se trabaja en disminuir la deuda del país en relación con el Producto Interno Bruto (PIB).

Sí se ha dado este aumento de requerimientos financieros públicos, históricos, pero por otro lado también, no estamos en una situación crítica. Sería importante empezar a revertir esa tendencia. El país tiene los espacios y el tiempo para hacerlo, lo importante es que ese proceso se inicie y, como lo establece el paquete que presentó el  secretario de Hacienda al Congreso, pues ya hay una ruta ahí planteada de cómo reducir los incrementos financieros en su saldo histórico, entonces lo que es muy importante es que se asegure el cumplimiento de esas metas.

Ahora, hay otra iniciativa que se sometió a consideración del Congreso de la Unión que tiene que ver con los remanentes futuros del Banco de México. Una parte por la cual la deuda sobre el PIB de México ha aumentado, ha sido por el hecho de que el tipo de cambio se ha depreciado, entonces, no es por un mayor gasto público, simplemente es porque las deudas en pesos valen más.

Por otro lado, como país tenemos un monto de activos importantes en moneda extranjera que se aprecia en pesos cuando hay mayor depreciación cambiaria, esos son los remanentes de operación del banco, entonces lo que hace es compensar una cosa con otra, y de esa manera se neutraliza el efecto (del tipo de cambio)”, dijo el gobernador del Banco de México.

APORTACIÓN

Respecto a en que condiciones internacionales se llega a esta reunión del FMI, Carstens comentó que en esta ocasión se trabajará en una mejor coordinación entre países para tener un mejor diagnóstico de la economía mundial y ver como se resuelven algunos efectos secundarios que no se han resuelto de la recesión de 2009.

Soy de la idea de que, ciertamente, si en el margen los países emergentes son los que han empezado a crecer menos, no se nos debe olvidar que los países avanzados todavía están en una situación de debilidad. De hecho ningún país ha reactivado seriamente el crecimiento. Sí hay una mejora en el margen, y sobre todo en Europa y Estados Unidos, pero están muy lejos de estar en un nivel adecuado. Entonces, sigue siendo una responsabilidad compartida. Los países avanzados todavía  tienen que hacer mucho para recuperarse.

COMMODITIES

Para el también presidente del IMFC Board, que naciones como China tengan problemas afecta el precio de las mercancías básicas.

Entonces, el punto es que si hay más países con problemas, hay que reconocer que todavía se requiere un esfuerzo coordinado hacia mayor crecimiento económico con estabilidad”, agregó.

Para el funcionario, la coordinación es un tema muy difícil de lograr, sobre todo porque hay restricciones de orden político y jurídico, donde cada una de las autoridades tiene que responder primordialmente por las circunstancias de su propio país.

Se busca identificar a aquellos que pudieran tener espacio para hacer algún tipo de políticas que pudieran impulsar la recuperación del mundo, sin afectar sus objetivos. Por ejemplo, hace unos años se hablaba de China, que tenía un superávit muy grande en cuenta corriente, que podía gastar más, y que eso podía tener un efecto benéfico para el mundo.

Ahorita el país que tiene el superávit de cuenta corriente más grande es Alemania, entonces podría gastar más, reducir su cuenta corriente, y eso quiere decir también que ellos, al gastar más, estarían importando mercancías de otros países y eso ayudaría al crecimiento mundial”, expuso.

“En el país no se influye en el tipo de cambio”

En México no creemos en la administración o control de la cuenta de capitales, ni tampoco en influir sobre el tipo de cambio para limitar los flujos de capital, dijo el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

Al participar en el Seminario “Nuevos Desafíos para los Bancos Centrales de América Latina”, comentó que la devaluación del peso (27% en 14 meses) ha sido consecuencia de la reducción de los ingresos petroleros, la volatilidad por la potencial decisión de la Fed de incrementar su tasa de referencia, y por la decisión china de iniciar el proceso para liberalizar el yuan.

Nosotros usamos las reservas sólo para asegurar la liquidez  y el orden en el mercado, pero no para determinar el tipo de cambio”, comentó.

El funcionario dijo que “un choque de materias primas tiene que reflejarse en el tipo de cambio, y eso implicará una adecuada coordinación con la política fiscal. Los bancos centrales necesitamos ser transparentes para anclar las expectativas porque nadie ha sido forzado a tener una política no convencional y lo que hemos buscado es mantener la inflación baja y estable.”

Carstens agregó que los desafíos de la región son el crecimiento, las finanzas y el tipo de cambio “seria un error que los bancos centrales trataran de enfrentar estos problemas por sí mismos, ya que los choques los han causado los países desarrollados.”

AVANCES

Agustín Carstens destacó que el modelo adoptado de inflación por objetivos es útil, porque más que una meta, es una guía para el mercado sobre cómo reaccionará el instituto.