Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

10 Oct, 2015

Un fenómeno interesante

A pesar de los escándalos en empresas como la Volkswagen y otras por sus trucos en distorsionar los efectos contaminantes en sus motores y que ya forzó la salida del CEO y el regreso de la familia Porsche, creo que si vemos a la mayoría de los negocios familiares en nuestro país, estos siguen su camino, lleno de peripecias, descalabros y esperando solventar la crisis recurrente que nos azota.

Ésta pasará  pronto (si supiera la fecha sería economista y estos amigos son los profetas del desastre… y seguido se equivocan). Hay que aguantar, tomar medidas preventivas y planes de contingencia. Estamos en un momento de estabilidad macroeconómica relativa (vean a América del Sur y los dos países más representativos con recesión e inflación).

El fenómeno interesante al que me quiero referir es el de la evolución gradual pero continua de muchas empresas de estructura familiar, que ya han pasado varias décadas de fundadas, en la segunda o tercera generación o una mezcla de familiares y ciclos de vida que, penosa pero estructuradamente, se están organizando para el futuro.

El proceso de evolución es turbulento, ya que el fundador (a) ve crecer su “proyecto-bebe” a través de los años y se siente acosado por sus descendientes para que suelte el poder y defina al camino de la sucesión y de su propio retiro. Un enorme y difícil paso y hay que entenderlo en su dimensión total y apoyarlo.

En una segunda etapa, los hijos-descendientes del dueño (a) buscan seguir la huella del fundador, pero imprimiéndole un toque especial, más moderno y profesional, además que, como es lógico, hay varios hermanos o primos involucrados, con sus respectivas familias con presiones internas y externas.

El negocio familiar ya es de tamaño mediano, o incluso grande, dados nuestros parámetros de ingresos y cientos de empleados, por lo que la complejidad se eleva a una potencia nunca antes vista ni menos prevista que requiere  reglas claras y procedimientos.

En este paso es vital un análisis de la situación, incluidos  los factores que inciden al Sistema Familia, Empresa y Patrimonio, para que, de esta evaluación, se entre a la fase evolutiva de la profesionalización interna y creación de instrumentos de control interno que algunos llaman institucionalización  y es parte del llamado gobierno corporativo cada vez más vigente en la actualidad. Dar ese paso requiere ante todo de la decisión de los socios, ejecutivos clave y familias involucradas de prevalecer a través del tiempo y nuevas generaciones.

El no hacerlo es causa de muchos problemas y conflictos, además de que se rezagan los negocios ante competidores y otros depredadores que andan en busca de empresas vulnerables para adquirirlas a precios ridículos, acabando así con el proyecto familiar. La evolución existe, pero no se deben saltar pasos.

 Y, precisamente, daré una conferencia en colaboración con Deloitte sobre Institucionalización de negocios familiares en México, Distrito Federal,el próximo 27 de octubre.  Para mayores informes, llámenos al 55 1992 9283. O también puede escribirnos a: gzsalo@gmail.com

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