Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

12 Oct, 2015

De-risking: en la agenda del FMI

LIMA.—  Por vez primera, en uno de los mandatos otorgados por la Asamblea de Gobernadores a la Dirección del FMI, es que se analicen y expongan los efectos causados por la política de de-risking, que afecta al flujo de financiamiento del comercio internacional.

En julio comenté sobre tema, éste plantea que bajo la pretensión de cerrar el paso al crimen organizado y al  lavado de dinero, se extreman  decisiones  en EU, que obligan a los bancos con operaciones globales y corresponsalía en el país, a no prestar el servicio de corresponsalía bancaria a bancos no filiales, provocando exclusión financiera.

En el comunicado final del IMFC se establece en el capítulo de “Asesoría Técnica y Supervisión”, que el FMI ayude a los países a calibrar su marco de políticas macro para enfrentar los dos desafíos de reducir sus vulnerabilidades y promover un crecimiento más fuerte. Además, reconocen el progreso para definir las prioridades de supervisión que incluyen riesgos de contagio o inestabilidad financiera por los efectos de la política monetaria no convencional y su retiro en los países avanzados, el análisis de la relación entre la política monetaria, la inestabilidad financiera y el retiro de los bancos internacionales de las corresponsalías como resultado de la política de de-risking que profundiza el análisis de la información financiera y económica, cerrará las diferencias de información que prevalece entre países.

Esta postura coincidió con la del FSB que consideró esa retracción de la banca global como un elemento disruptivo del sistema de pagos, “porque inhibe, encarece y hasta corta flujos transfronterizos” legales,  ya que una institución global como Citigroup, HSBC, JP Morgan Chase, Santander, BBVA, Barclays, Pariba, etc., Bank of America, han ido cerrando la ventanilla a sus clientes bancarios.

El colapso de lo que se conoce como “banca corresponsal” permite a bancos locales de cualquier país ofrecer a sus clientes acceso a servicios financieros de instituciones en otros países, como el envío o recepción de remesas, pagos internacionales por compra y venta de bienes y servicios se ha frenado.

Ante el riesgo de multas y la acusación de que han apoyado actividades de lavado de dinero, aun cuando no se haya probado por el Departamento de Justicia y los reguladores hayan “sancionado” la debilidad de sus controles antilavado, instituciones como Citi-Banamex, HSBC, Scotiabank, y otros que tienen operaciones en EU, le han cerrado la corresponsalía a bancos en México, a los que realizan remesas u operan en el mercado de cambios.

Algunas empresas, como las automotrices, han tenido que descansar en sus brazos financieros para cubrir la ausencia de corresponsalías. Tomo el caso de México, pero en toda América Latina y Europa la demanda fue creciente al integrarla en el comunicado formal del IMFC, del G 20, el FSB y del Comité de Sistema de Pagos del BIS que se reunirá en el DF en unas tres semanas.

Es difícil convencer a los reguladores de EU, porque existe la percepción de que el de-risking se ha llevado a extremos como señalan autoridades no regulatorias en EU, ya que la dispersión regulatoria y de supervisión local, estatal y federal que tiene, hace que cada grupo de burócratas actúe sin decirle al otro, pero el banco acaba cerrando operaciones de corresponsalía para evitar ser “sancionado”, aunque muchos se callan para utilizar la palabra “extorsionados”. Las multas que cobra un attorney general en una jurisdicción local (NY o Texas), se integra al fondeo de su presupuesto, lo que explica que aun cuando el regulador federal (OCC, FED, FDIC, IRS), no sancionen al banco, hagan de un citatorio filtrado a medios, la mejor manera para iniciar el de-risking.

El tema ya se incluyó en los asuntos prioritarios para el G 20, los países que lo integran se comprometieron con la inclusión financiera, además de cumplir con las reglas del GAFI, las transferencias transfronterizas legítimas son tratadas como ilegales y el dinero comienza a salirse de los canales de supervisión para irse hacia alternativas no reguladas como las BitCoins y mercados online, haciendo más fácil el uso de éstos para quienes quieren ocultar su dinero o lavarlo.

En el Comité de Desarrollo se pidió desde marzo que se buscara evidencia sobre las consecuencias de la retracción de la banca corresponsal y, el FSB está empujando fuerte con las autoridades locales el establecimiento del LEIS, para estandarizar la identificación de las KYC.

Este tema fue tratado en la mesa en la que se revisó el tema de la criminalidad y el uso de canales financieros para lavar dinero, pues el Banco Mundial ha puesto en operación la Financial Action Task Force, para apoyar a los países a construir las plataformas de LEIS y PLD, para asegurar a las instituciones globales que los bancos locales cumplen con las obligaciones que les exigen en el país de origen. La realidad es que en México, la gran mayoría de las instituciones que son supervisadas en materia de cumplimiento por la CNBV que preside Jaime González Aguadé, hoy no pueden realizar operaciones de corresponsalía aunque tengan el certificado de cumplimiento.

El Banxico que gobierna Agustín Carstens y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, lo han tratado al más alto nivel con Jack Lewis, secretario del Tesoro de EU y también con Janet Yellen, presidenta de la FED, además de que el tema fue también abordado por el presidente Peña con el presidente Obama, pues el de-risiking, pudiera hacer que el flujo de remesas comience a dejar el canal institucional que costó años en construir para que pasara por el ojo clínico de los bancos centrales que conforman el sistema de Fed y el Banco de México.

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