TPP requiere nueva política; recomendación del CEESP

CIUDAD DE MÉXICO.-Para que las empresas mexicanas puedan aprovechar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) se requiere implementar una política industrial integral que les permita incrementar su competitividad, indicó Luis Foncerrada Pascal, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), órgano asesor del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en temas económicos.

“Este acuerdo tiene un enorme potencial de negocios pero se corre el riesgo de que sigamos exportando productos con un alto contenido de insumos importados si no se trabaja en la integración de una cadena de suministro nacional que permita sustituir los materiales, partes o piezas que son compradas en otros países”.

Explicó, en entrevista con Excélsior, que esta política industrial debe estar integrada por infraestructura logística de calidad, financiamiento a tasas competitivas, talento capacitado para innovar y una regulación que permita a más empresas de menor tamaño sumarse al comercio internacional.

De acuerdo con el directivo, los dos años que transcurrirán para que los Congresos de cada una de las 12 economías involucradas lo avalen, son suficientes para afinar los detalles que requerirá esta apertura comercial.

“El acuerdo se podría aprovechar más que el TLCAN si se diseña una política industrial integral que genere condiciones para que más empresas hagan negocios internacionales”.

Ventajas

Y es que la entrada en vigor del TPP implicará la creación de una zona de libre comercio integrada por 12 países que representa 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y 25 por ciento del comercio internacional.

Además este acuerdo abrirá nuevas oportunidades de negocio para el sector productivo mexicano en seis mercados de Asia-Pacífico: Australia, Brunéi, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam, la región que registrará el mayor crecimiento económico en los próximos veinticinco años.

Además refirió que el TPP fortalece la integración de las cadenas productivas de México, Estados Unidos y Canadá, contribuyendo a la meta de convertir a América del Norte en la región más competitiva del mundo.