Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

22 Oct, 2015

Nuevas reglas del impuesto a gasolinas y diésel

El cambio propuesto por la administración Peña para que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra en los combustibles automotores sea un porcentaje fijo y se cobre en función del tipo del combustible, y deje de ser el “colchón de seguridad” de las finanzas públicas, es, con seguridad, un paso hacia adelante en el proceso de liberalización del mercado de precios de las gasolinas y el diésel.

Pero también debiera entenderse como una primera acción de política fiscal y política pública orientada en México a estimular el consumo racional de combustibles automotrices.

La propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabeza Luis Videgaray, implicaría que el precio del combustible (integrado por el precio internacional y considere que se importa en Pemex, de Emilio Lozoya, más del 50% del combustible consumido en México, más transporte del mismo a centrales de almacenamiento y a puntos finales de venta, más comisión de la estación de servicio) suba o baje conforme lo hacen los precios internacionales del combustible, porque IEPS sería un porcentaje fijo (20% en promedio se ha tenido este año de precios bajos, más el 16%de IVA) y el factor más importante para la decisión de compra sería el rendimiento litro/kilómetro del combustible utilizado.

Hasta el 31 de diciembre pasado, el IEPS era más alto cuando los precios internacionales bajaban y se reducía cuando los precios se elevaban, pues se utilizó como “compensador fiscal” a partir de la fórmula que fue introducida en 1998 por el entonces secretario de Hacienda, José Ángel Gurría, medida que sirvió para compensar la caída a ocho dólares del barril de crudo y que, en esa misma lógica, se mantuvo por 16 años.

Así, cuando los precios del combustible bajaban en el mundo, las finanzas públicas tenían una bolsa directa del IEPS en gasolinas, y cuando subía el precio, como ocurrió desde finales de 2009 a mediados de 2014, el IEPS era negativo y llegaba a ser una suerte de compensador para el precio final al consumidor y, por ende, un subsidio.

Recordará que siendo secretario de Hacienda, Ernesto
Cordero
, se reconoció que el subsidio a las gasolinas llegó a representar más de 200 mil millones de pesos, y durante la gestión de José Antonio Meade
comenzó el desliz mensual (conocido popularmente como los gasolinazos), que continuaron hasta el año pasado, ya siendo Luis Videgaray secretario de Hacienda.

Desde 2015, al decidir el Presidente no continuar con esa política de deslices y sólo aumentar los precios de los combustibles una vez y conforme a la inflación esperada, se dio el primer cambio importante, porque los precios actuales del crudo son más cercanos a los históricos, y la tasa del IEPS ronda el 20%, razonable considerando que uno de los costos más altos de la circulación vehicular en un país es el relacionado con la infraestructura urbana, la contaminación y la seguridad vial, etc.

La propuesta es transitar de un IEPS variable a un IEPS fijo dependiendo del combustible de que se trate, sobre la referencia de cálculo, y es probable que si los precios del crudo continúan bajando hacia los 30-35 dólares el barril, comience a observarse una baja en los precios de las gasolinas en México.

Usted sabe que en 2017 se realizará la apertura del mercado. Hoy, están las más de 11 mil estaciones de servicio realizando y pagando su registro como estación de servicio ante la Comisión Reguladora de Energía, tienen que cambiar despachadores para asegurar litros de a litro con la nueva NOM, pues el primero de enero podrán decidir si se mantienen como franquicia de Pemex o se cambian a otros grupos o son independientes.

Y hasta el 2017, esos grupos podrán importar libremente el combustible por tipo, calidad y demanda presente en el mercado, por lo que podría haber diferencias fuertes en precios de transporte, dependiendo de donde se importe o se compre, del costo del transporte y, finalmente, de la liberalización de la comisión fija para la estación de servicio. Sólo piense que en EU, en promedio, la comisión es del 3%, aunque allá las estaciones no son una importante fuente de empleo.

Lo que se espera, si el Senado ratifica el cambio, es que la subsecretaría de Ingresos de Miguel Messmacher, dé a conocer el precio máximo (incluyendo los  mismos factores que le apunté, pero con el porcentaje fijo del IEPS más el IVA).

Al ser precio máximo, serán las estaciones de servicio las que puedan jugar en primera con sus ingresos por ventas diferentes a gasolinas y con sus comisiones, para comenzar la competencia, y en cuanto a cómo pueden moverse los precios no creo que cambie la estacionalidad, porque normalmente bajan en invierno, suben en primavera-verano y regresan a la baja en otoño.

Lo más importante de todo es considerar que la transición se realizará en 2016 y que, a partir de 2017, si los precios de gasolina suben en Estados Unidos igual lo harán en México, y si bajan en Trinidad y Tobago igual lo harán en México, al quedar completamente regidos por mercado, y el gravamen no será factor de influencia al ser un porcentaje fijo sobre el precio de venta del combustible.

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