FMI renueva línea de crédito al país

CIUDAD DE MÉXICO.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que México conserva una política macroeconómica enfocada a mantener sólidos fundamentos y a salvaguardad la integridad financiera, por lo que decidió extender por sexta ocasión la Línea de Crédito Flexible (LCF) al país por 65 mil millones de dólares.

Como resultado de esta revisión anual, el FMI ratifica que México continúa cumpliendo con los criterios de calificación necesarios para acceder, en caso de requerirlo y sin condición alguna al crédito, gracias a que el país mantiene un déficit en cuenta corriente moderado y se estima que se mantendrá así en el mediano plazo, además de que dispone de una posición sostenible de la deuda y unas finanzas públicas sanas.

El organismo destaca que la economía mexicana ha sido resistente en medio del complejo entorno externo global, cuando los precios del petróleo cayeron en más de 50 por ciento desde mediados de 2014. Asimismo, los activos de los mercados emergentes han sido afectados por el alza de la volatilidad financiera global.

Tipo de cambio

Expone que junto con otras monedas de mercados emergentes el peso mexicano se depreció rápidamente frente al dólar en el último año.

“El peso se ha depreciado 30% contra el dólar, y en 15% en términos reales efectivos entre mediados de 2014 y septiembre de 2015”, abunda.

Expone que las recientes intervenciones del mercado cambiario ocasionaron una baja de las reservas internacionales de 195.7 mil millones al cierre de 2014 a 177 mil millones de dólares en octubre de 2015, no obstante, estos activos permanecen adecuados de acuerdo con el rango de indicadores.

El FMI también considera que México conserva un acceso ininterrumpido a los mercados financieros internacionales de capitales en condiciones favorables; una inflación baja y estable, así como un sistema financiero sano y la ausencia de problemas de solvencia que pudieran poner en riesgo la estabilidad sistémica.

El organismo internacional precisa que México es de los países emergentes con más altas calificaciones crediticias. La deuda pública tiene una madurez promedio cercana a ocho años y el país continúa emitiendo bonos soberanos a tasas bajas, incluso en el contexto actual de una mayor volatilidad y de aversión al riesgo en los mercados financieros internacionales y que la economía continúa creciendo a un ritmo moderado.