Reaparece Molina y detiene venta de ingenios

El día donde el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, el SAE, iba a concluir la venta de los cinco ingenios que el gobierno tiene en su poder, llegó el amparo.

Enrique Molina, el empresario azucarero de los noventa, presidente de CAZE, logró, a través de sus abogados, el freno de la venta de ingenios. Molina, después de 11 años, reapareció a través de sus abogados. Quiere los ingenios que le expropió la administración de Vicente Fox por tener deudas fuertes con el gobierno y el fisco.

REVERSIÓN COMO MACHADO, SANTOS Y GALLARDO

Santiago Montero, abogado de Molina, nos dice que ellos pueden proceder a la reversión de los bienes expropiados, tal como se hizo con los otros casos de expropiación de ingenios. Recordemos que Teresita Machado, Alberto Santos y Juan Gallardo sí recuperaron sus ingenios porque el Decreto Expropiatorio no pudo defenderse en tribunales.

Ahora lo intenta Enrique Molina que, como se sabe, tenía otros problemas financieros y fiscales.

Molina, a través de sus abogados, intentó un procedimiento que viene desde 2007, último año que se podía ejercer la reversión de la expropiación.

En aquel entonces, la Secretaría de Agricultura peleó el caso. Al final, el empresario ganó 51% de las acciones de los ingenios, mientras que 49% de los mismos siguió siendo del Estado, más todos sus bienes.

SAE LO PREPARÓ BIEN, PERO…

Hablamos de nueve ingenios: El Modelo, El Potrero, La Providencia, Plan de San Luis, San Miguelito, Atenzingo, Casansano La Abeja, San Cristóbal y Emiliano Zapata. Se encuentran en Veracruz y Morelos.

Debemos decir que el SAE, a cargo de Héctor Orozco, hizo bien las cosas en cuanto a los ingenios. Ya saneados, los puso a la venta y tenía buenos compradores, como son Zucarmex y Beta San Miguel. El problema ahora es legal. Ahí es donde seguirán peleándose los nueve ingenios.

MOODY’S Y PEMEX, LA DEUDA

La agencia calificadora Moody’s hizo bien en salir a dar su versión del por qué baja la calificación crediticia de Pemex de A3 a Baa1.

Se debe a una fuerte deuda, dice la calificadora. Nymia Almeida, analista de energía de Moody’s, señala que la petrolera pidió prestados nada menos que 21 mil millones de dólares, lo cual no estaba en el programa financiero de la petrolera.  Incluso Moody’s había elevado la calificación de Pemex a la par de la calificación soberana de México.

EL ENOJO EN HACIENDA

Tal situación causó un fuerte enojo en la Secretaría de Hacienda, a cargo de Luis Videgaray.

Incluso, Videgaray salió a reafirmar que Hacienda no va a apoyar con recursos a Pemex, y argumentó la autonomía actual de la petrolera al tener su propio consejo de administración con consejeros independientes. Más claro ni el agua: hay enojo en Hacienda con la situación.

Incluso, dentro de Pemex vinieron los cambios. Tuvo que salir Mario Beauregard como director de Finanzas, quien, por cierto, había logrado colocar bonos a buen rendimiento para Pemex y, además, tenía buena experiencia financiera. Pero frente a la baja de Moody’s venía la andanada de críticas.

LA VERSIÓN DE PEMEX

Petróleos Mexicanos, dirigida por Emilio Lozoya, recordó que Moody’s, en todo el mundo, puso a revisión las distintas petroleras, incluso las pertenecientes a gobiernos como Statoil, Ecopetrol o Petrobras.

Y señala que están poniendo cartas en el asunto como ajustes de gastos (incluso, en el último recorte de gastos, hubo un ajuste en la nómina). Se está dirigiendo a proyectos con generación de valor, que es la gran diferencia de las anteriores administraciones.

En lo cierto: Pemex deberá recobrar la marcha perdida y evitar más deuda. Deberá aprender a vivir de sus propios recursos o de colocaciones muy generosas, y sólo así podrá recobrar el grado de inversión perdido.