Fin de las especulaciones

Durante los últimos meses, el Inegi, de una manera objetiva e imparcial, ha dado a conocer datos sobre la economía mexicana verdaderamente alentadores, como es que durante el tercer trimestre de este año, el Producto Interno Bruto creció a una tasa del 2.9% y que la inflación estableció un nuevo piso histórico en 2.27 a tasa anual, confirmando que el país, lejos de una crisis, está recuperando el dinamismo.

Algunos, quienes tienen una visión política de todo, incluso de los hechos económicos, o simplemente son mezquinos y pretenden que la realidad se adecúe a sus traumas e ideas preconcebidas sobre la marcha del país, ya comenzaron a especular de una manera tan frívola como irresponsable sobre un presunto intento de la administración del presidente Enrique Peña Nieto de restarle autonomía al Inegi. Este infundio, no sólo significa una falta de respeto —ya no digamos al jefe del Ejecutivo—, sino a la propia institución que, supuestamente, pretendían defender.

Llenaron páginas y derramaron saliva tratando de hacer creer que el Presidente o alguien de su gabinete, como el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, querían manipular las cifras. El supuesto es absurdo, ya que, sin los meros datos económicos, sólo podría hacer que se vieran menos bien.

La ridícula idea, básicamente, consistía en poner a un funcionario a modo dentro de la junta de gobierno del Inegi, que eventualmente presidiría el organismo, una vez concluidos los dos periodos de Eduardo Sojo Garza-Aldape.

Ayer, el Presidente de la República, propuso al Senado a Alfonso Santaella Castell, un funcionario forjado en el Banco de México, por lo que está libre de presiones políticas o de absurdos partidistas. Se trata, como en la inmensa mayoría de los casos de funcionarios del Instituto Central, de un técnico altamente dotado y capaz, quien garantiza que en la Junta de Gobierno del Inegi, seguirá privilegiándose la objetividad y la seriedad económica.

Alfonso Santaella Castell es coordinador ejecutivo del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.

Una vez que el Senado dé su aprobación al postulado por Enrique Peña Nieto, de entre los miembros de la Junta de Gobierno, se elegirá al nuevo presidente del Inegi. Y muy probablemente será Alfonso Santaella
Castell.

El simple nombramiento debería servir como confirmación de lo que he señalado, una y otra vez, en este espacio: el éxito de la política económica de México está fundamentado en la presencia de funcionarios de carrera y alta capacidad, básicamente forjados en Banco de México. El actual gobierno tomó la decisión correcta al elegir preservar la institucionalidad en el Inegi.

CÁLLATE HOCICÓN

El senador malapaga, Javier Corral, lleva muchos años propagando estupideces y locuras sobre la televisión abierta que sólo existen en su imaginación y/o en el rencor que le tiene a los medios de comunicación, que le han exigido en tribunales que pague los servicios que él contrató. Su nueva locura fue desmentida por la Cámara de la Industria de Radio y Televisión a través de un comunicado de prensa.

“Hoy acusa que una modificación a la Ley de Telecomunicaciones es para “condonar una multa millonaria de 300 a 400 millones de pesos al duopolio televisivo”. Esto es falso. Las estaciones de televisión afiliadas a la CIRT ya se han digitalizado. Lo que se discute es una iniciativa para que exclusivamente los medios de uso público, educativo y social tengan un periodo de gracia para poder hacer la transición hacia la TV digital. Ninguna extensión al apagón, ni ningún plazo adicional para las estaciones de uso comerciales o privado”.

La agrupación encabezada por Edgar Peredo añade:

“El tema no extraña pues al parecer en cada iniciativa que vota tiene que encontrar alguna excusa para atacar a las empresas televisoras”.

Es muy positivo que la gente afectada por este individuo lo exhiba como un pobre loquito con poder.