Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

27 Nov, 2015

Monopolio escondido: ¿tema de la SHCP o de la Cofece?

Cuando el CEO de Deutsche Bank AG,  John Cryan, anunció el 29 de noviembre que cortaría a nueve mil empleados, seis mil contratos externos y cerraría operaciones en diez países, incluyendo México, el grupo de inversión dirigido por Jorge Arce y varias veces premiado por Euromoney, como parte de una reorganización que busca reducir los señalamientos de los reguladores de Estados Unidos y Europa sobre sus operaciones de banca de inversión, pérdidas acumuladas, altos costos de operación y baja rentabilidad.

Y, bueno, salir de México como de Nueva Zelanda no es problema si se trata de vender la casa de bolsa y el banco, pero la sorpresa que se ha llevado el mercado es que lo que no vende es Vamex, una sociedad que fue establecida por ahí de 2005-6, cuando Guillermo Prieto era director general de la Bolsa Mexicana de Valores y, mediante la cual, Deutsche Bank AG, a través de Deutsche Securities, S.A. de C.V., Casa de Bolsa, fue registrando diversos valores extranjeros en el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) y, en particular, desarrolló el mercado de ETF’s (Exchange Traded Funds), que combinan características de fondos de inversión y acciones, y reducen el costo para el inversionista que le da acceso a cientos de empresas.

Se estima que en el SIC se opera 30 por ciento del mercado de México, pero en realidad nada se hace aquí, porque Vamex, curiosamente, es la única de cuatro empresas que pueden liquidar y compensar en la Depositary Trust Company (DTC), filial fiduciaria de la U.S. Federal Reserve System, constituida bajo la New York State banking law y registrada como agencia de compensación y liquidación ante la SEC.

Esto, porque Vamex firmó con Indeval México una especie de acuerdo que le ha permitido ser el intermediario de ETF’s, una especie de monopolio —no puedo explicarle de otra forma—, al grado de que hoy se estima que debe tener 96 por ciento de ese mercado, sin contar con lo que las afores han logrado hacer, luego de pedirle a la Consar autorización para evitarse la comisión de casi dos centavos por cada acción.

Es un negocio tan redondo que Deutsche se va de México, pero seguirá operando este mercado desde Nueva York, pues tiene un valor, según estiman afores e intermediarios, cercano al los 25 mil millones de dólares.

En el DTC, para tener una cuenta, se tiene que ser inversionista calificado, y los ETF’s que operan en el SIC nunca han llegado a México, los compran los clientes a una casa de bolsa en México y ésta lo solicita en Estados Unidos, para ser depositado en una de las cuentas de los autorizados (banco de depósito), que podrían ser, además de DB, Bofa, JP Morgan y Citi, quien emite una notificación a Indeval indicando que tiene el ETF o las acciones, y la custodia y liquidación se quedan en Estados Unidos.

Pero los últimos tres no tienen el contrato con Indeval, que les daría el derecho de listar, patrocinar, hacer transferencia y cobrar comisión por operación. En compras pequeñas se puede llevar poco, pero en promedio se lleva DB entre 20 y 30 mil dólares en una transacción de 100 millones de dólares, y no crea que son pocas.

Recuerdo que la primera vez que oí el tema estaba Luis Téllez, y JP Morgan solicitó que se eliminara ese contrato, pero algo lo impidió y, por ello, las afores le pidieron a la Consar poder operar directamente en Estados Unidos, para evitarse el contrato DB-Indeval.

Aproximadamente 85 por ciento de los activos que las afores tienen autorizado de títulos listados en el SIC operan directamente en EU, y no los custodia ninguno de los otros bancos con presencia en México y registro en el DTC.

Ahora, si es un grupo que se va de México, aunque tiene 50 años de operar, por qué no se elimina ese monopolio y, de una vez por todas, se permite la competencia, para que incluso las afores no tengan que ir a buscar dealers autorizados afuera del país, sume a eso lo que harán en banca privada.

Interesante el tema, ¿no?, pues podría entenderse mucho cómo sale liquidez de México y podría ser tema de investigación en la Cofece, que preside Alejandra Palacios, ¡claro!, si le alcanza el presupuesto y el tiempo.

DE FONDOS A FONDO

Dos nombramientos clave provenientes del Banco de México, cuya junta de gobierno encabeza Agustín Carstens, muestran la estrecha coordinación entre éste y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. El presidente Enrique Peña Nieto envió al Senado la propuesta para designar a Julio Alfonso Santaella Castell como miembro de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), economista del ITAM, doctor en Economía por la UCLA y, actualmente, coordinador ejecutivo del Fondo Mexicano del Petróleo. Y, en el caso del sustituto para
Alejandro Díaz de León que se fue a Banamex, fue propuesto para ocupar la posición Alberto Torres García, director general de Investigación Económica, con una currícula igual de sólida que la de Santaella, pero más joven.

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