Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

30 Nov, 2015

El desastre del mercado laboral

Para los funcionarios públicos, la creación de empleos este sexenio es uno de los éxitos.

Por desgracia, los números fríos señalan, con claridad, que en materia de empleo y desempleo los resultados son los de una economía con escaso crecimiento: pocos empleos creados, muchos subempleados y muchos informales.

Al gobierno se le llena la boca diciendo que se han creado 1.4 millones de empleos en los últimos tres años, cifra nada impresionante, ya que son 466,666 empleos formales por año, cuando en una proyección prudente el país necesita un millón de empleos por año y, en la realidad, 1.5 millones de trabajos nuevos cada doce meses.

La verdad es que las cifras de desempleo en México son muy relativas, ya que la medición se realiza a través de una encuesta y no por un conteo y, además, porque, dado que no existe seguro del desempleo, cuando una persona pierde su trabajo busca ocuparse y, generalmente, al menos por un tiempo, entra al subempleo.

Los datos de la ENOE, que es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, nos dicen que el panorama es desolador.

Por principio de cuentas, de los 118 millones de mexicanos, 70.8, que tienen de 15 años en adelante, se consideran Población Económicamente Activa PEA.

De estos, 3.1 millones están en el desempleo, es decir, 4.4 por ciento.

Y esta es la cifra que el gobierno presume.

Si fuera la única verdad, pues sí sería una tasa como de la cual sentirse orgulloso.

Sin embargo, en México es común la subo-cupación, donde “trabajan” personas que tienen necesidad y disponibilidad de trabajar, que trabajan 15 horas o menos por semana y ganan menos de un salario mínimo.

En esta situación está 8.1% de la Población Económicamente Activa, es decir, 5.7 millones de mexicanos.

Y, luego, existe el grupo que encuentra trabajo en la economía informal. Se trata de personas que laboran en la microempresas, muchas de ellas no registradas y muchos trabajadores más que no tienen prestaciones sociales.

En esa situación se encuentra 58.5% de la PEA, o sea, 41.4 millones de personas.

Si sumamos quienes están desempleados, quienes están subempleados y quienes trabajan en la informalidad, resulta una cifra que refleja mejor la realidad: 71% de quienes están en edad de trabajar, o están desempleados o están subempleados o laboran en la informalidad. Y son 50.2 millones de mexicanos, de los 70.8 que están en la PEA.

Nada que presumir. Más bien, un desastre.

De los 70.8 millones de mexicanos en edad de trabajar, sólo 20.5 millones tienen un empleo formal, con prestaciones sociales. De esos, 15 millones trabajan en el sector privado y cinco en la burocracia.

Pero es imposible que dicho panorama mejore, mientras la economía siga creciendo a la tasa ridícula de 2% promedio anual.

Por eso mueven a risa las declaraciones de funcionarios públicos que presumen de la “baja tasa de desempleo que tiene el país” y mueven a lástima las declaraciones de gente como el senador Miguel Barbosa, quien asegura que si el Senado desindexa el salario mínimo se resuelve el bajo poder adquisitivo de los trabajadores.

Mientras los políticos no quieran entender que la única solución es un mayor crecimiento económico, seguiremos con un mercado laboral en desastre.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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