China abarata servicios debajo de 6.5% y ralentiza industria

Con todo y la problemática económica que afecta al mundo, la nuestra da importantes señas de avance, no obstante el relativamente lento dinamismo de su Producto Interno Bruto (PIB), pero aun así, su comparación con la mayoría de los países sigue siendo muy favorable para México.

Un ejemplo clave es la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), consecuencia de las inversiones físicas de países en México en sus diversos sectores, como el industrial, telecomunicaciones y múltiples otros. En suma, la inversión física acumulada en el sexenio alcanza ya 91.8 mil millones de dólares, por lo que el objetivo de la administración de cerrar el sexenio con 180 mil millones de dólares de inversión foránea, se aprecia más que probable.

Solamente la inversión foránea en nuestro país en 2015, a septiembre, reportó un crecimiento anual  de 41% más que en el mismo periodo de 2014; y esos ritmos han sido la constante nacional en estos años; se supera ya la mitad de la previsión sexenal.

Este año han sido los sectores automotriz y financiero los sobresalientes en la materia. De acuerdo con los datos de la Secretaría de Economía (SE), entraron a México 21 mil 586 millones de dólares por concepto de IED.

Según el titular de la SE, la meta del gobierno es que entren anualmente 30 mil millones de dólares de Inversión Extranjera Directa, IED. Dichos niveles de inversión física por empresas extranjeras en México, se explican por la política de la administración Peña Nieto de atraer inversiones, con su política de apertura en materia económica. Al ser México un importante miembro del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, durante muchos años, el país se ha granjeado un prestigio conocido en la materia.

Otro fenómeno que ha estandarizado la economía mexicana es la estabilidad de precios. El país ha vuelto a registrar la tasa más baja de inflación en su historia.
Por primera vez, la inflación fue de 2.27% en la primera mitad de noviembre. Dicho dato, inclusive, está debajo del pronóstico de los analistas, de inflación anual de 2.49 por ciento.

Esa evolución de baja inflación es particularmente significativa porque apoya el crecimiento de ingresos reales en los salarios. Esa recuperación del ingreso laboral por persona es positiva porque ha mostrado un freno al deterioro anterior que tipificó el salario real; y para que sea sostenida, se ha planeado el fortalecimiento de la meta de formalización del empleo.

Por otra parte, el peso no resintió presiones durante la semana que concluyó cuando, en sus inicios, toco su mínimo con 16.48 pesos por dólar en el mercado interbancario; y lo más significativo fue que esto ocurrió al mero inicio de que entró en operación el nuevo mecanismo de subasta de dólares, sin que se haya asignado en alguna de las tres subastas de 200 millones de dólares un precio mínimo.

Como consecuencia también de la evolución de las variables claves de la economía, como la de inflación, tipo de cambio y empleo, el crédito hipotecario en México registró un aumento de 17 por ciento al cierre de septiembre, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Se otorgaron hipotecas por 210 mil 300 millones de pesos más que en 2014. La mayor parte correspondieron a la banca múltiple.

Por su parte, la banca de desarrollo también aportó cantidades importantes. El Infonavit financió 85 mil 600 millones, 13.2% más que en los primeros nueve meses de 2014.

A su vez, el mayor incremento en el monto de financiamiento se dio en el Fovissste, de 30%, con 52 mil 900 millones de créditos, además de que ha ganado participación en los financiamientos de viviendas usadas, que representaron el 40% del total de los créditos para la adquisición, formalizados por el instituto.

Finalmente, se comunicó en el mercado una alerta de riesgo por la economía China. Los líderes chinos dijeron a principios de mes, que buscan evitar que el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo caiga por debajo de 6.5 por ciento, obteniendo la mayor parte del avance en el sector servicios; y que el crecimiento industrial se había ralentizado, haciendo caer las importaciones.

Esas son muy malas noticias, sobre todo para los países exportadores de materias primas, como son Brasil y Australia, pero podría afectar también de forma indirecta a otros, como Estados Unidos y Japón.

*Economista

Twitter: @acanovelez