José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

9 Dic, 2015

Por qué son optimistas los banqueros

En la Asociación de Bancos de México hay optimismo. Entre los directivos, sin empacho, se escucha: “Pasamos por el mejor momento de la banca en nuestro país”.

Lejos quedaron los reclamos del Fobaproa, las encuestas clasificando a los banqueros en los peores lugares reputacionales, los reclamos de carteras vencidas. Ahora la visión sobre el gremio y del propio gremio es otra.

Y se debe a que los banqueros están prestando a ritmos elevados, de 15% anual, más de 3.8 veces lo que crece la economía. El financiamiento se siente en créditos hipotecarios, en tarjetas de crédito, en préstamos empresariales, en financiamiento automotriz. Pero… moderemos el optimismo.

CRÉDITO ALTO, PERO FALTA PROFUNDIDAD

Si bien el crédito crece a ritmos de 15% anual, y en los últimos 20 años lo habrá hecho a un ritmo de 12% anual en promedio, todavía contamos con una penetración crediticia sumamente baja, de apenas 32% de la economía.

Por ejemplo, los países europeos o naciones desarrolladas tienen una penetración financiera mayor a 100% de la economía, y ahí el crédito bancario es clave para el crecimiento económico, para los proyectos empresariales, para que las personas se hagan de una casa y un historial crediticio. De que vamos bien, sin lugar a duda. Pero falta mucho camino por recorrer.

Luis Robles, presidente de la Asociación de Bancos de México y de Bancomer, está en el lado optimista la balanza cuando se habla de la economía mexicana. Tiene sus razones: la economía mexicana crecerá 2.4% este año, cuando varios países latinoamericanos podrán tener contracción.

Ya tenemos las reformas, sobre todo la de Telecomunicaciones y la Energética, que ayudarán a la productividad. Nuestra inflación es baja. No tenemos una deuda pública que preocupe en cuanto a su financiamiento. Y la Reforma Financiera le quitó las trabas judiciales a los bancos para poder prestar.

Incluso, Luis Peña, presidente de HSBC y vicepresidente de la Asociación de Bancos de México, recuerda que la mayoría de las veces la visión externa es mucho más optimista que la interna. Desde allá se pueden ver los cambios que cuesta trabajo visualizar en México.

Alberto Gómez, director corporativo de Banamex y también vicepresidente de la Asociación de Bancos de México, se va del mismo lado de su gremio, el lado optimista. Nos recuerda los cambios estructurales e incluso que en los mercados ven bien al peso mexicano y la economía mexicana, a pesar de la volatilidad que vendrá por el alza en las tasas de interés.

Los banqueros ven un buen momento en México, quizá el mejor de la historia, ¿será un momento pasajero? Ellos dicen que no. Que el momento bueno para México ya inició y va a perdurar. Incluso comentan mejores perspectivas del patrón de consumo, todas las empresas tienen pronósticos más elevados que el crecimiento pronosticado para la economía.

Lejos, muy lejos quedaron los tiempos del Fobaproa, del rescate bancario, de las carteras vencidas emproblemadas. Ahora el reto es llevar a buen puerto la Reforma Financiera, que empieza a dar frutos con el crecimiento crediticio sostenido, porque, como vemos, todavía falta mucho camino para tener una profundidad financiera efectiva en la economía mexicana.

Lo decía bien el presidente de los banqueros: debemos dar el paso de la inclusión financiera a la bancarización y no conformarse con sólo tener una tarjeta de nómina para sacar dinero del cajero automático, sino saber utilizar todos los productos bancarios que pueden apoyar a una familia o empresa.

BASILIO GONZÁLEZ, CHERTORIVSKI Y AMALIA

Basilio González, presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), ha estado al frente de la comisión todos los años en que el salario mínimo fue perdiendo poder adquisitivo. La Conasami se encargó de ver al salario como un costo inflacionario y lo contuvo a favor de la baja inflación. Ahora las condiciones cambiaron radicalmente: el salario mínimo ya no está ligado a multas, recargos ni créditos hipotecarios. Ya está desindizado.

Y también se sabe que hay 3.1 millones de trabajadores formales que gana el mínimo, que no le alcanza ni para comprar la canasta básica de alimentos, y otros cuatro millones de trabajadores informales que pueden ganar una percepción similar. Hoy la Conasami recibirá a Salomón Chertorivski y a Amalia García, secretarios de Desarrollo Económico y Trabajo del DF, respectivamente. Esperemos que la Conasami tenga la suficiente apertura y sensibilidad que se necesita para iniciar el necesario aumento del salario mínimo.

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