Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

25 Ene, 2016

2017, el gran reto para México

El miedo se ha apoderado de los mercados y está contribuyendo a que aumenten las turbulencias en este difícil inicio de 2016.

Es el miedo el que provoca que los inversionistas salgan de mercados emergentes y desarrollados, y busquen refugio en los bonos del Tesoro de Estados Unidos, considerados siempre la inversión más segura, así ofrezcan poco rendimiento.

Esta orientación del dinero hacia los bonos norteamericanos explica la caída en muchos mercados de valores y, en especial, la depreciación de casi todas las monedas frente al dólar.

Y aunque el miedo en muchas ocasiones es irracional, lo cierto es que en este caso tiene sus razones de ser:

• La baja en el crecimiento económico de China, que este año sólo avanzará 6.8% y que podría caer hasta niveles del 6% en 2018, lo cual supone que el gigante asiático comprará menos al mundo.

• La caída en los precios del petróleo en particular y de la mayoría de las materias primas, que ha ocasionado ya disminuciones severas en los ingresos de las naciones productoras. Sólo en el caso de América Latina, se calcula que las siete naciones más grandes han tenido una baja de ingresos de alrededor de 200 mil millones de dólares el último año.

• Las previsiones sobre un lento crecimiento de la economía mundial, con avances de apenas 1% promedio de la zona euro y la recesión de Latinoamérica, causada por resultados negativos de Brasil, Argentina y Venezuela.

• Como si fuera poco, los temores de que se repitan episodios de quiebras de instituciones financieras y de políticas monetarias que en algunos casos han dejado de ser útiles para estimular el crecimiento.

Todos estos factores han formado una nube negra que asusta a los inversionistas y los lleva a mover sus capitales a refugios más seguros, agravando las turbulencias con las que se ha iniciado este año.

En este clima tan complicado, todos los expertos coinciden en que México se encuentra por ahora en una situación privilegiada.

Será la economía con mayor crecimiento de América Latina, hasta 2.8%; es el país con menos desequilibrios en sus finanzas públicas y gracias a las coberturas sobre los ingresos petroleros del gobierno federal, no habrá necesidad de un ajuste mayor al gasto público.

Sin embargo, también hay coincidencia en que de estacionarse los precios del petróleo en los actuales niveles, en 2017 el país tendrá que hacer mayores esfuerzos para mantener sanas sus finanzas públicas, tanto con la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos, que siempre son tributarias, como con un mayor ajuste en el gasto público.

Hoy por hoy, la economía mexicana se ve sólida con un crecimiento impulsado por el mercado interno y un razonable equilibrio en las finanzas públicas.

Pero ese panorama podría complicarse si los precios del crudo siguen cayendo o se mantienen en los niveles actuales, porque eso obligaría al gobierno a plantear una reforma fiscal que fortalezca los ingresos, en momentos que, por ser el final de esta administración, no haya el clima político adecuado para hacerla progresar.

Lo más seguro es que el actual buen momento no sea sostenible en 2017 y se tengan que tomar decisiones que a nadie gustan: cobrar y pagar más impuestos.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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