La historia de los cotonetes y cómo usarlos correctamente

CIUDAD DE MÉXICO.- Los cotonetes son un producto higiénico que se ha vuelto de uso diario en la vida de muchos, pero para utilizarse de la manera en que sus productores advierten no hacerlo.

No insertar en el canal auditivo”, advierten los empaques.

¿Qué daños causa?

Este uso, el de limpiar los oídos hasta el fondo del canal, es uno de las principales causas de infecciones en los oídos, lo que genera molestias y dolor a las personas.

También, el intento de retirar la cera del oído con el también llamado hisopo puede empujarla al fondo del canal, lo que puede resultar en lo que se quiere evitar, una acumulación excesiva que genere dolores y mareos. Además de que podría romper la membrana del tímpano.

¿Cómo se debe usar?

Los médicos recomiendan, para su uso en oídos, no introducirlo en el canal auditivo y sólo limpiar la parte externa, la que está a simple vista.

Para limpiar el interior de cerilla, lo recomendable es usar un gotero para introducir agua tibia con agua oxigenada al estar recostado, dejar al agua reposar unos minutos, voltearse para que el líquido salga y enjuagar ahora sólo con agua.

La historia

El primer hisopo fue introducido al mercado en 1923 por Leo Gerstenzang, luego de que vio a su esposa usar una bolita de algodón en el extremo de un palillo para limpiar a su hijo y aplicarle pomadas y líquidos en el cuerpo.

En un primer momento los palillos eran de madera, no plástico, y el algodón se encontraba sólo en uno de los extremos. Además, se publicitaban para usarse sólo en bebés.

Su nombre, “Q-tips”, que se traduce como “puntas de calidad”, hace referencia a su diseño.

Con el paso de los años el producto cambió, primero con la añadidura del algodón al otro extremo del palillo y luego con su fabricación en plástico.

Fue hasta 1970 cuando un empaque advirtió su uso en los oídos, específicamente en el canal auditivo. Y sugería usarlo en la superficie externa del oído con un agarre firme, pero toque suave.

*gl