Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

8 Feb, 2016

Encuentra Sectur argumentos para preinternación y defiende Tajamar

La semana pasada Enrique de la Madrid, secretario de Turismo, realizó una gira por diversas ciudades de la Unión Americana que son clave para el turismo mexicano, como Dallas, Filadelfia, Washington D.C. y Nueva York.

¿Cómo explicarle a los contribuyentes un viaje de esta naturaleza?, preguntó él mismo, “pues diciéndoles que fue una visita de negocios para ver a nuestros clientes”.

El funcionario estuvo en contacto con operadores mayoristas, directores generales de aerolíneas, autoridades del gobierno de Estados Unidos e inversionistas de este sector.

En términos generales su sorpresa fue grande, al constatar que, después de tres años en que la llegada de turistas internacionales a México ha crecido a un ritmo de dos dígitos cada 12 meses, todavía existe el potencial de seguirlo haciendo. El problema, y así se lo manifestaron los directores generales de American Airlines y de Southwest, son la dificultades para generar más vuelos hacia la Ciudad de México.

No haber iniciado antes la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es un “foco rojo” que hoy impide que lleguen más estadunidenses.

En Washington estuvo con los directivos de Homeland Security y allí revisaron el tema de la preinternación, que permitiría a los viajeros estadunidenses hacer algunos viajes a México como si fueran domésticos.

Algo muy atractivo ahora que los recorridos tienden a ser cada vez más cortos. Así es que De la Madrid tiene nuevos argumentos para convencer a los grupos aeroportuarios mexicanos, no sólo de la relevancia de la preinternación, sino de que existen opciones menos onerosas a las que se visualizaban hasta ahora. Y quizá porque este viaje de negocios reconfirmó el potencial del turismo para generar crecimiento y empleos, De la Madrid sostiene que el proyecto de Tajamar debe seguir adelante.

Desde su perspectiva, al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) le asiste la razón jurídica y por ello aseguró que van a seguir discutiendo y defendiendo este punto de vista con quienes se oponen a este desarrollo.

Dijo “estar sorprendido” por la oposición de los ambientalistas “a destiempo”, pues Tajamar lleva al menos diez años, cuando con los permisos correspondientes se impactó ese predio. Lo que sucedió después fue que en 2007 se modificó el artículo 60 Ter de la Ley de Protección al Medio Ambiente, la “Ley Manglar”, pero la propiedad ya había sido impactada conforme a la ley, que no puede ser retroactiva en detrimento de los derechos de los particulares. “La administración pasada renovó el permiso y el Fonatur cumplió con sus obligaciones de acabar de hacer el desmonte. No nos metimos a destruir el mangle, eso sucedió tiempo atrás y ahora sólo había crecido la vegetación; quienes dicen que destruimos el mangle están diciendo algo falso”.

El funcionario recordó que el Fonatur, además, donó tres mil 600 hectáreas contiguas a las 59 de Tajamar para ampliar las áreas naturales protegidas de Quintana Roo. Sería una pésima señal para los inversionistas interesados en México, resumió, dar marcha atrás a este proyecto.

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