José Antonio González Anaya dirigirá Pemex

CIUDAD DE MÉXICO.-El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció ayer la designación de José Antonio González Anaya como nuevo director general de Petróleos Mexicanos, a quien le pidió enfocar sus esfuerzos en fortalecer y mantener la competitividad de la empresa, que afronta una de sus  peores crisis financieras.

Durante la ceremonia de nombramiento y toma de protesta, el Presidente dijo respaldar a la compañía y recomendó dar prioridad al desarrollo de su eficiencia, así como su rentabilidad en todas sus ramas productivas, con el objetivo de aprovechar las oportunidades que ya le generan la aprobación e implementación de la Reforma Energética.

Con este cambio, queda fuera Emilio Lozoya Austin, quien se desempeñó en el cargo de director de Pemex desde el inicio de la presente administración, sin embargo, durante su gestión, la empresa sufrió una de las peores caídas en la producción de crudo, así como pérdidas económicas millonarias, lo cual se sumó a las afectaciones por la caída en el precio del crudo.

Hasta ayer lunes, José Antonio González Anaya se desempeñaba como director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cargo por el que fue reconocido por el ejecutivo, asegurando que hizo un buen trabajo en este organismo.

Peña Nieto le adelantó que deberá enfrentar dos retos significativos: acelerar la transformación de Pemex, a fin de aprovechar las oportunidades de la Reforma Energética, así como lograr un mayor fortalecimiento financiero y productivo aun cuando se mantienen bajos los precios del crudo en los mercados internacionales.

“Le he dado indicaciones al nuevo director general de tener como prioridad la eficiencia y rentabilidad de todos los procesos de Pemex, haciendo énfasis en su competitividad internacional”, dijo el mandatario.

El cambio crea expectativas

La llegada de José Antonio González Anaya a la dirección de Petróleos Mexicanas generó diversas reacciones en el sector.

Erik Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (AMIPE), dijo que “la decisión le otorga certidumbre al empresariado, pero exigimos que se mantengan los programas como el esquema de factoraje, enfocado en liquidar los pagos pendientes”.

Reconoció que durante el último año, en el que se agudizó la crisis por la caída en los precios del crudo, lo que se sumó a otros problemas, se alcanzó un mayor diálogo con la dirección de la petrolera, por lo que consideró importante que se mantenga la comunicación con el nuevo director para crear un buen ambiente de trabajo para ambas partes, garantizando así la rentabilidad de la empresa y la industria petrolera privada.

El representante empresarial insistió en la necesidad de que la nueva dirección dé seguimiento y puntualidad a los esquemas anunciados recientemente, como es el caso del factoraje, lo cual hasta el momento les ha brindado certidumbre en cuanto a los pagos que deben recibir por los bienes y servicios otorgados a la empresa.

Desgaste

Arturo Carranza, analista del sector de energía de Solana Consultores, afirmó que la salida de Lozoya fue “oportuna” debido a que ya presentaba un serio desgaste por los cambios que se están implementando en la compañía.

Reconoció la experiencia y talento del nuevo funcionario, aunque mencionó que ya cuenta con un avance significativo dentro de la empresa, hecho por la anterior administración, que le permitirá obtener mejores resultados.

Para Miriam Grunstein, profesora investigadora de La Universidad Autónoma de Nuevo León, la gestión de Lozoya fue “desastrosa”, pues su descuido no sólo fue financiero, sino en seguridad, pues en el último año se registraron una serie de explosiones y accidentes graves en las plataformas y refinerías, lo que deja ver la falta de vigilancia en cuanto a que se cumplieran las mejores prácticas corporativas. Sobre el nuevo director, consideró que es un hombre preparado, aunque no ha trabajado en el sector.