Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

13 Feb, 2016

Hablemos de los nuevos emprendedores... y sus riesgos

No puedo negar que me impresionan los nuevos emprendedores (as), que salen a relucir por todas partes del mundo. He visto literalmente cientos de proyectos y, aunque muchos no llegaron a ser exitosos y cerraron, el espíritu creativo de unos cuantos es suficiente para que aquellas personas que tengan el entusiasmo y obsesión por poner un negocio y hacerlo crecer, lo hagan. Existen riesgos, mucha competencia y fondos de inversión muy selectivos y con altas metas de retorno de sus capitales al vender esa empresa o colocarla en el mercado bursátil, pero este fenómeno está creciendo a pesar de crisis y recesiones.

Mi entusiasmo por los nuevos desarrollos sigue, y no sólo en el área de telecomunicaciones, internet y, en general, de las nuevas tecnologías, sino también en otros giros.

Pongamos de ejemplo a Uber, un negocio de transporte que, creado en el año 2009 en Estados Unidos por otro joven genio, está valuado por arriba de una empresa  como Volkswagen.

Uber es un negocio polémico, rompiendo paradigmas y mercados ya establecidos de taxis, regulaciones y corrupción (placas, taxis pirata, etcétera), además de captar correctamente el sentir de la población con respecto de la  inseguridad. Juzguen ustedes las protestas de taxistas en muchas ciudades y las decenas de miles de nuevos conductores que se han afiliado para ganar un ingreso adicional a su trabajo o estudio. Recientemente hubo una pequeña queja porque la empresa bajó su tarifa al público y subió su comisión. En resumen, hay nuevos e insospechados campos (drones que reparten paquetes, comunicación en diferentes medios digitales, robots, realidad virtual, etcétera) que están acabando con industrias enteras. Pero hay un lado oscuro ante todo este fenómeno que parece irreversible. Muchos pequeños emprendedores se enrolan en este esquema y, en cierta forma, amplían la oferta del servicio y en un tiempo la demanda hará que bajen sus ingresos. Todavía falta un tiempo. Otro asunto delicado es el de no tener seguro social, Infonavit, fondo de retiro e, incluso, siendo hombres-coche son sujetos a accidentes, choques, etcétera. Repito, hay muchos nuevos negocios para emprendedores, pero una red de seguridad personal y de sus familias y bienes es necesaria.

Recomiendo fuertemente que se afilien individualmente al IMSS, tengan seguros adecuados para todo percance y asuntos médicos, y un fondo de retiro. No corran riesgos innecesarios.

El otro asunto básico es el agotamiento de ciertas ramas de servicio y organizaciones laborales, tales como sindicatos, empresas e instituciones públicas de beneficio a los más necesitados. No es inmediato, pero les aseguro que las nuevas maravillas por entrar al mercado mundial traen víctimas que pueden ser aminoradas con políticas adecuadas. El futuro es impresionante, pero habrá perdedores si no se toman medidas inteligentes y adaptables al Brave New World, que ya llegó.

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