José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

18 Feb, 2016

Sacan instrumentos de ajuste

La Secretaría de Hacienda y el Banco de México sacaron el arsenal de instrumentos de política fiscal y monetaria para apoyar al peso mexicano, que durante las últimas jornadas ha sufrido sus peores momentos, al grado de que parecía llegar a los 20 pesos por dólar, lo cual no coincidía con la baja inflación y deuda manejable. Todo el ajuste había recaído en el tipo de cambio. Ahora lo equilibran al recortar el gasto y hacerlo por la vía fiscal, y por el otro lado, aumentando, sorpresivamente, las tasas de interés haciéndolo un ajuste también monetario.

PESO REACCIONÓ BIEN FRENTE AL DÓLAR

Los mercados reaccionaron de inmediato. El peso ganó terreno en una sola jornada, lo que no hizo en cuatro años. Fue un buen inicio. El dólar interbancario bajó a 18.28 pesos y en ventanilla a 18.65, después de estar por encima de los 19 pesos por dólar. La estrategia tiene una debilidad: Será similar para lo que venga. Expliquémonos. Si el precio del petróleo sigue a la baja y la Reserva Federal aumenta tasas en marzo y septiembre, al Banxico no le quedará otra más que seguir elevando las tasas. También le queda el poder actuar, sin avisar y de manera directa, en el mercado cambiario.

BANXICO SE SEPARA DE LA RESERVA

Agustín Carstens, gobernador del Banco de México y de la Junta de Gobierno, hizo bien en el aumento en tasas y entrar discrecionalmente al mercado de cambios.

El peso mexicano no podía soportar más presión ni podíamos esperar a que la Fed aumentara tasas. Seamos sinceros: las subastas programadas de dólares desde hace semanas no estaban funcionando. El dólar seguía subiendo a pesar de llegar a inyectar al mercado liquidez por 400 millones de dólares diarios, mediante las dos subastas.

El alza en la tasa de referencia de 50 puntos base, para pasar de 3.25 a 3.75%, manda una señal a los mercados de un premio para hacer permanecer los capitales en el país.

AUN ASÍ, BRASIL EN 14.25% Y MÉXICO EN 3.75%, GRAN DIFERENCIA

El Banxico no sucumbió a los planteamientos cada vez más recurrentes de meter una suerte de control de capitales.

Permitirá el libre flujo de capitales, lo cual manda una señal de apertura y de que aun en medio de alta volatilidad, no se ve tan apretado. Aún así, Banxico abre la vía para elevar las tasas de interés en América Latina, a sabiendas de que México se ve mucho mejor que otras economías, como la brasileña.

Reuters recordaba cómo están las tasas de interés en América Latina, para que veamos los riesgos: Brasil la tiene en 14.25%; México la dejó en 3.75%; Chile la tiene en 3.50%; Perú en 4.25% y Colombia en seis por ciento.

AUMENTARÁN CRÉDITOS, SÓLO EN TARJETAS… POR EL MOMENTO

El alza en tasas tendrá sus consecuencias negativas: podrá iniciar el aumento de las tasas de interés de corto plazo.

Las tasas afectadas son las de corto plazo negociadas en el mercado y para las personas, las de las tarjetas de crédito. Ahí podríamos ver aumentos. Habrá que estar atentos para ver si los bancos pueden soportar el alza sin transferirla a los consumidores (creo que sí porque tienen buen margen de ganancia). Las tasas que no podrán permanecer sin cambios son las de préstamos hipotecarios, empresariales e incluso la de financiamiento automotriz, que se negocian a más largo plazo. El riesgo es notorio: Quizá no sea la única alza de interés del Banxico en este año. Viene la posibilidad de una elevación de tasas de la Fed de EU para marzo y otra para septiembre.

AJUSTE NECESARIO; AMARGO EN INVERSIÓN

En cuanto al ajuste fiscal, era indispensable. Le comentábamos que el IMEF, el CEESP y demás consultorías lo solicitaban. Era necesario: si los ingresos petroleros bajaban, se tiene que bajar el gasto. La única manera que podía mantenerse tal y como estábamos era endeudarse más. No era deseable, pues de por sí la deuda ya ha aumentado en el sexenio. El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció un ajuste de 132.3 mil millones de pesos para 2016, equivalente a 0.7% del PIB. La principal parte del ajuste recaerá en Pemex, con 100 mil millones de pesos. La parte clave del ajuste sería qué tan creíble hacen el recorte en Pemex, ahora con la dirección de José Antonio González Anaya.

Lo malo del ajuste fiscal es el recorte en gasto de inversión. Nadie sabe cómo vendrán los 13 mil millones de pesos de recorte. Videgaray habló de las no inmediatas. Sabemos que el ajuste era indispensable porque se cayeron los ingresos petroleros, pero no deja de ser una medicina amarga, que deberá ser con bisturí en donde menos impacte. Y se deberá mantener el Presupuesto base cero o por objetivos.

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