Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

4 Mar, 2016

El realismo económico y la 79 Convención Bancaria

El presidente Enrique Peña Nieto, por primera vez desde que asumió el mandato, cenará con los integrantes de la Asociación de Bancos de México, que preside Luis Robles Miaja, presidente de BBVA Bancomer y, también clausurará la Convención en la sesión-comida.

Esto es notable si recordamos que, desde que asistió como candidato presidencial a la Convención y en sus tres años como Presidente el formato ha cambiado. El primero asistió en la mañana y no fue precisamente el inicio de una luna de miel cuando dijo que habría que revisar la ley y regulación mexicana para encontrar incentivos que estimularan el crédito y para que las ganancias de la banca extranjera se invirtieran en México. El segundo encuentro, ya como Presidente, cenó y se fue. No hubo acercamiento ni posibilidad de saludarlo. Estaba en ciernes el proceso de reformas y la primera puesta sobre la mesa fue, como se recordará, la financiera. Un proceso complicado, pero las dos cosas que más preocuparon parecen haber quedado en el olvido. La CNBV que preside Jaime González Aguadé, debería establecer un sistema de calificación y evaluación para penalizar a los bancos que no hacían su tarea de intermediación crediticia. No ocurrió porque la razón imperó: el crédito no crece por decreto.

El cuarto, la reforma ya estaba negociada y se había promulgado al iniciar el año 2014 y, la relación era más fluida. Había inquietud porque la economía sufrió un frenón al inicio, la crisis de las viviendas explotó sobre los balances bancarios y, el impasse que se abrió en el proceso de negociación de las reformas, no se mejoraba con la sensación de distancia hacia el sector financiero.

En 2015 la situación cambió. Especialmente porque el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, comenzó una relación fluida en la 78 convención. Estuvo con los banqueros (soprendidos porque convivió con ellos en el bar-banquero el jueves por la noche y porque, al día siguiente, tuvo una reunión de más de 4 horas, en la que a todos los oyó, problemática por problemática, petición por petición).

Esa agenda se ha ido revisando a lo largo del año y, el jueves por la mañana, habrá una reunión similar a la del año pasado, en la que entregarán resultados y propondrán la agenda del 2016-17. 

Los cambios, la expectativa de que el Presidente convivirá con el sector (yo apostaría a que no se queda a la comida pero… ¿who knows?), sumado a la calidad de los conferencistas invitados, es lo que hace que en esta 79 Convención Bancaria, regrese el interés de asistencia, hasta de políticos que están invitados a la cena con el Presidente.

Por la noche del jueves en la inauguración, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González, serán los oradores principales. Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, será un gran cambio como anfitrión estatal, y se espera que la inversión realizada por Juan Antonio Hernández de Autofín, de 180 millones de dólares, haya incluido la reparación efectiva de Princess, hoy apellidado “Princess Mundo Imperial Riviera Diamante”, haga olvidar los sinsabores de techos descolgados en la cena presidencial en el año de despedida del expresidente Felipe Calderón.

En cuanto al viernes: los ponentes son increíbles. Comienzan con Larry Fink, chief executive de BlackRock, el inversionista más grande del mundo porque administra recursos por 4.60 billones de dólares (trillions para ser clara). Leí a principios de febrero la carta que envió a los directores ejecutivos de las compañías del S&P500 y a las principales corporaciones europeas, y vale mucho la pena porque subrayaba el “cortoplacismo” como el principal problema de las corporaciones, bancos y hasta los políticos, porque justamente esa visión en la que la coyuntura de volatilidad e incertidumbre nos ha atrapado, hace que se pierda de vista la estrategia de largo plazo donde lo fundamental es articular y ejecutar los planes a futuro, paso a paso, generando valor.

El segundo invitado es Robert Zoellick. Lo conocí cuando lo entrevisté siendo él presidente de la USTR y hacía un fuerte reclamo por la falta de competencia en el sector de telecomunicaciones. El caso Avantel era tan crítico como la cerrazón en energía. Eran los primeros años de implementación del TLCN, y México había perdido competitividad frente a China. 

Hoy encabeza, junto con David H. Petraeus, un general retirado de la Armada de EU y presidente del KKR Global Institute, un grupo de trabajo patrocinado por el Consejo de Relaciones Exteriores de EU, cuyo primer reporte subraya la necesidad de que en Estados Unidos, Canadá y México, permanezca el foco de integración en la región de Norteamérica.

Una visión que se contrapone con los que proponen levantar muros que separen la frontera de México y EU. El tercer orador es precisamente Petraeus, exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), quien ha sido uno de los asesores principales para establecer sistemas de control de seguridad e inteligencia en corporaciones y sistemas financieros  para combatir el terrorismo y el lavado de dinero. Por último, George Fridman, un geopolitólogo sin comparación. Future of Geopolitics 2016 fue su más reciente conferencia. Tras escucharlo entederemos porqué un candidato tan estridente y usando la mercadotecnia política, ha tenido tal impacto con sus polémicas posturas, no sólo sobre México, sino en muchas materias de impacto en el bosillo y convicciones de los norteamericanos. En el mundo, los liderazgos políticos ya no se diferencían tanto, lo que dicen en momentos de elección son muy parecidos. Por eso, cuando surge un candidato con un discurso disruptivo, puede hacer una enorme diferencia. Ese es Trump. ¿gobernará Estados Unidos?

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