Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

28 Mar, 2016

El clima mundial no ayuda a México

El último cuarto de siglo los gobiernos mexicanos han realizado enormes esfuerzos para estabilizar la economía, controlar la inflación, recobrar el equilibrio en las finanzas públicas y hacer de México una nación más competitiva.

Y la verdad es que se ha tenido éxito: desde la gran crisis de 1995 la inflación ha descendido paulatinamente y hoy tenemos la menor alza de precios promedio de la historia moderna del país; el déficit público, que alguna vez representó hasta 15% del PIB hoy anda en alrededor de 2% y México se transformó de ser un exportador de petróleo a exportar mayoritariamente, más de 85%, de productos manufactureros.

Sin embargo, en todo este esfuerzo, en muchos periodos la principal dificultad ha sido el comportamiento de la economía mundial.

En 2001 el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York desplomó la economía mundial y México sufrió una larga recesión de dos años; en 2008 se produjo la gran crisis financiera mundial y desde entonces la economía del mundo casi no ha crecido, los mercados financieros viven en turbulencia permanente y los precios de las materias primas en general se han desplomado, en especial el petróleo.

Enfrentar ese clima mundial no es una tarea sencilla y se han pagado costos: las exportaciones no crecen lo suficiente, lo cual significa que el motor externo de la economía casi se apagó; la turbulencia en los mercados financieros mundiales ha depreciado el peso 35% y la caída en los precios del petróleo tiene a las finanzas públicas sometidas a una ruda presión.

Lo único que esto significa es que falta mucho por hacer.

Por principio de cuentas hay que recobrar el equilibrio en las finanzas públicas vía ingresos tributarios y un mucho mejor ejercicio del gasto.

Y luego, lograr una meta que ningún gobierno consigue desde los años sesenta: que la economía mexicana logre y mantenga una tasa de crecimiento de cuando menos 5% porque ese es el único camino verdadero para acabar con la pobreza y elevar el nivel de la población en general.

Para conseguirlo, lo primero que hay que hacer es reemplazar la falta de ingresos petroleros; lograr que las reformas realizadas en este sexenio aterricen y maduren bien y lograr que la economía mexicana sea mucho más competitiva.

Pero la verdad es que hoy por hoy, en la actual situación de la economía mundial ninguna nación, excepto China, crece a tasas de 5% anual y hay temores de que el gigante asiático pueda ,incluso, encaminarse a una recesión.

Son tareas que toman más de un sexenio, porque por lo pronto, en este ya no se podrá hacer nada en materia tributaria y para que las reformas maduren se necesita tiempo.

Los retos enormes del país exigen que los partidos políticos pongan frente a sus programas una ruta común que permita hacer tareas tan complejas como cobrar más impuestos y meter el presupuesto de egresos a un sistema de mayor transparencia y rendición de cuentas.

Es la única manera de lograr las cosas porque mantener el actual estatus donde los partidos de oposición le dicen no a cualquier iniciativa del partido en el gobierno a lo que único que conduce es a la parálisis.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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