2 razones por las que Moody’s cambió la perspectiva de México

"La perspectiva negativa está tratando de balancear dos riesgos", explicó el analista de la calificadora
Economía -
Moody’s también bajó las calificaciones en escala global, moneda local y extranjera de Petróleos Mexicanos. Foto: Especial
Moody’s también bajó las calificaciones en escala global, moneda local y extranjera de Petróleos Mexicanos. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.- Moody’s rebajó la perspectiva de la deuda soberana de México de estable a negativa, pero mantuvo su calificación actual de deuda en A3, al considerar que se han debilitado las proyecciones económicas del país y que aumentaron los desafíos fiscales y económicos, por una combinación del shock de los precios del petróleo y un crecimiento menor al esperado de alrededor de 2.5 por ciento en 2016 y 2017.

Jaime Reusche, analista soberano de México, explicó a Excélsior que “la perspectiva negativa está tratando de balancear dos riesgos: la posibilidad de que haya alguna desviación en cuanto a las metas de consolidación fiscal o alguna desviación en los recortes que se están tratando de implementar en Pemex a lo largo de 12 o 24 meses.

Vemos riesgos exógenos y algunos endógenos en el caso de Pemex, debido a que es una empresa bastante grande que nunca ha tenido un programa de ajuste tan fuerte y tan rápido como el que están tratando de poner en marcha las autoridades, por lo que la perspectiva negativa reconoce riesgos de desviación en estos planes”, enfatizó.

 

Presiones sobre mercados

El anuncio de Moody’s afectó al peso mexicano, por lo que revirtió su tendencia de apreciación a media jornada, luego de llegar a 17.10 por dólar; al cierre de sesión se ubicó en 17.29 unidades, con lo que se depreció 8.10 centavos, en el interbancario.

Asimismo, el índice líder de la Bolsa Mexicana de Valores bajó 1.11% a 45 mil 676.58 unidades, con lo que se alejó de su máximo de 18 meses.

Por su parte, Jaime Reusche dijo que los riesgos externos y los retos para lograr la consolidación fiscal podrían provocar que los niveles de deuda del gobierno sean inestables en el mediano plazo.

Expone que el menor crecimiento y el ambiente de menores precios del petróleo reducirán los ingresos fiscales del gobierno a 18.5 por ciento del PIB en 2016 desde 19.3 por ciento de 2015.

 

Expectativas

Reusche prevé que la deuda del gobierno federal, que alcanzó 34.4 por ciento en 2015, se elevará gradualmente.

No es un aumento muy significativo y si se sigue el patrón de consolidación vemos la deuda estabilizándose en alrededor de 37 por ciento del PIB en 2018, parte de ello se explicaría por un efecto cambiario, conforme el peso sufre presiones a la depreciación y otra parte es un efecto del denominador del crecimiento, que ya no está tan fuerte como se esperaba”.

Sobre la posibilidad de que el déficit fiscal de México crezca en los próximos años, respondió que “es un riesgo potencial, cuando estamos hablando del déficit fiscal nos estamos concentrando en el del gobierno federal, no del sector público, por lo cual, uno de los riesgos potenciales es que la situación en Pemex contamine las finanzas públicas del gobierno, y conlleven a un desvío en cuanto a las metas de consolidación fiscal”.

Precisó que el gobierno tiene un plan para consolidar las cuentas fiscales y estabilizar la deuda pública, el tema es que se vienen riesgos por dos lados: “uno, el ambiente económico no está en lo mejor. En este sentido, hemos reducido nuestra proyección de crecimiento de este año de 2.9 a 2.5 por ciento.

 

Degradan nota de Pemex

Moody’s bajó las calificaciones en escala global, moneda local y extranjera de Petróleos Mexicanos (Pemex), a Baa3 desde Baa1, lo mismo que las notas basadas en la garantía de la petrolera, debido a que prevé un deterioro en sus indicadores crediticios y un empeoramiento en la producción, al tiempo que considera que la empresa  probablemente requerirá de apoyo extraordinario del gobierno de México.

Además, Moody’s bajó la estimación del riesgo crediticio base (BCA, por sus siglas en inglés) de Pemex, la cual refleja su fortaleza crediticia intrínseca, a b3 de ba3.

Nymia Almeida, responsable de la calificación de la petrolera por parte de Moody’s, afirmó que la calificadora “considera que los indicadores crediticios de Pemex empeorarán mientras los precios del petróleo se mantengan bajos, la producción de la compañía continúe disminuyendo, los impuestos permanezcan altos, y la compañía tenga que ajustar sus inversiones de capital a la baja para cumplir con sus objetivos presupuestales”.

Prevé que la producción de Pemex bajará un promedio de 5% anual entre 2016 y 2018.

Expone que el objetivo del equipo directivo es mantener cuando menos 4,500 millones de dólares en efectivo. Sin embargo, a diciembre de 2015, la deuda con vencimiento en 2016 ascendió a 11,700 millones de dólares. Además, durante el año, Moody’s espera que la compañía pague 4,500 millones de dólares en intereses y 12,500 millones en inversiones de capital.

Las calificaciones de Baa3 de Pemex reflejan el análisis de incumplimiento de Moody’s, el cual incluye los supuestos de apoyo extraordinario del gobierno de México para evitar un incumplimiento y una muy alta correlación de incumplimiento entre Pemex y el gobierno”.

 

Reacción

Ante la reducción de su  nota, Petróleos Mexicanos espera revertir la situación financiera adversa que ahora enfrenta, esto a partir de los ajustes ya anunciados. De acuerdo con fuentes de la petrolera, “vamos a seguir trabajando para darle la vuelta a la situación financiera, que como sabemos todos sí es complicada, y a darle duro para que nos vuelvan a subir la calificación”.

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