La BMV está por lograr lo que ninguna otra bolsa del mundo

La mayoría de las Bolsas de valores del planeta se han desbarrancado y están muy lejos de regresar a su pico más alto
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El viernes, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) terminó en los 46,062.92 puntos, lo que la sitúa a apenas un 0.6% de su récord histórico. Foto: Archivo/Cuartoscuro
El viernes, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) terminó en los 46,062.92 puntos, lo que la sitúa a apenas un 0.6% de su récord histórico. Foto: Archivo/Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO.- Si alguna bolsa del planeta está en un tris de cantar un nuevo récord histórico, ésa es la Bolsa Mexicana de Valores. Cuando el mundo apenas se está recuperando del batacazo de inicio de años, la Bolsa Mexicana, la Súper Bolsa, no parece haber sufrido ningún rasguño.

El viernes, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) terminó en los 46,062.92 puntos (pts), lo que la sitúa a apenas un 0.6% de su récord histórico del 8 de septiembre de 2014, los 46,357.24 pts. Si en los próximos días el IPC supera su cota más elevada podría ser la única Bolsa del mundo en poder jactarse de estar subida en su cumbre más alta.

Eso, en verdad, es un verdadero hito. La mayoría de las bolsas del planeta han desbarrancado y están muy lejos de regresar a su pico más alto. En algunos casos, además, se trata de récords ya muy distantes en el tiempo. Es el caso de la eurozona. Allí, la mejor es el DAX de Fráncfort. Pues bien, su índice bursátil de referencia tendría que ascender un nada desdeñable 26% para regresar a su récord histórico, los 12,374.73 pts. que tocó hace un año.

Aunque el DAX de Fráncfort se vea mal frente al IPC, es una belleza comparado con el resto de Bolsas de la región: el IBEX-35 de Madrid, por ejemplo, tendría que trepar un 85% para reconquistar su máximo histórico, que además alcanzó en noviembre de 2007. Y peor es aún el caso del CAC-40 de París o la Bolsa de Milán, que no saben lo que es saborear un récord bursátil en más de quince años: sus máximos históricos se remontan al 2000. El CAC-40 para volver a su cima, tendría que volar 60% y la de Milán 182%.

Latinoamérica también se ve mal con respecto a la Bolsa Mexicana. El IPSA de Chile tendría que repuntar 28% para retornar a su récord, el Bovespa de Sao Paulo, 46%, la Bolsa de Colombia otro 46% y la de Perú casi 100%. Además, sus récords también los alcanzaron hace ya mucho tiempo, cuando las materias primas se encontraban en su mayor apogeo, entre 2010 y 2012. El máximo del Bovespa es incluso anterior, del 20 de mayo de 2008.

 

Contrastes

Hay dos excepciones en Latinoamérica: el Índice de Caracas y el Merval de Buenos Aires, pese a representar a dos economías que sufren una profunda crisis. La Bolsa de Venezuela cantaba un nuevo récord histórico apenas el 26 de febrero de este año, y el Merval el 20 de noviembre del año pasado. Además, a la de Venezuela le bastaría ganar 12.8% y al Merval 8% para recuperar sus récords. Sin embargo, el comportamiento de sus índices bursátiles está distorsionado por un contexto de hiperinflación y devaluación de sus divisas, y no es más que una ilusión óptica una vez que los índices se ajustan por la inflación y se descuentan las devaluaciones de sus divisas para observar sus rendimientos en dólares.

En Asia, la peor Bolsa es la de China, pues ella explica en buena medida los dos últimos grandes episodios de turbulencia financiera: la del verano pasado y la del inicio de este año. Actualmente, el Shanghái Composite tendría que tener un rally de más de 100% para igualar su máximo, el cual paladeó en octubre de 2007. El rally de finales de 2014 e inicios de 2015 lo acercó a 18% de su récord, pero después vino la hecatombe que lo regresó a las profundidades. El Hang Seng de Hong Kong, cuyo comportamiento está asociado al de China, tendría que ascender 54% para retornar a su récord.

Por tanto, en gran parte del planeta la situación de las bolsas mundiales dista mucho de la posición idílica de la Bolsa Mexicana. Mejor comportamiento revelan algunas bolsas asiáticas excluyendo la China: sus récords son más recientes y están más cerca de reconquistar sus cimas. Tal es el caso de la Bolsa de Malasia, que precisaría un minirally de 10.6% para presumir un nuevo récord, del Kospi de Corea (12.9%) o de la Bolsa de Indonesia (14%).

Sin embargo, el mercado bursátil que más se acerca al mexicano es del de Nueva York. También allí sus principales índices bursátiles acarician sus récords históricos, que en su caso son del año pasado: el promedio industrial Dow Jones necesita apreciarse 2.9% para cantar un nuevo récord, el Nasdaq 6.2% y el S&P’s 500, el mejor referente, 2.8%.

 

Excepciones

Por tanto, la BMV y Wall Street son los mercados que se muestran más resistentes a las turbulencias internacionales. También fueron ellos los que sufrieron un descalabro más tenue al inicio de año. En el peor momento de 2016, el IPC llegó a perder 6.3% y el S&P’s 500, 10.5%. Esos descensos se han podido absorber con menos esfuerzos que las caídas de otras bolsas como el índice de Shanghái (-25%), el Ibex-35 de Madrid (-18.6%), el Dax de Fráncfort (-18.5%), la Bolsa de Rusia (-17%) o el Bovespa (-13.5%).  También son México y Nueva York las dos bolsas que, junto con alguna asiática como la de Malasia, han logrado prolongar este mercado “bull” o alcista que dura ya más de siete años sin ninguna interrupción, y que se sienten con fuerzas como para lanzarse a por nuevos récords. No hay que perder de vista que en esos siete años, desde el mínimo de marzo de 2009 al cierre del viernes, el Nasdaq ha trepado 287%, el S&P’s 500 un 206% y el Dow Jones, 172%. El IPC, en ese periodo, ha ascendido un 173%. En medio, ninguno de ellos ha sucumbido nunca a una caída de 20%.

Esa menor volatilidad de la Bolsa Mexicana, esa resistencia, se explica por unos fundamentos económicos más sólidos que el de otras economías emergentes.

En primer lugar, su ciclo económico sigue muy vinculado al de Estados Unidos, su principal socio comercial, cuya economía se ha convertido en el principal bastión de crecimiento mundial. Por el contrario, otros emergentes que durante los últimos años estrecharon sus vínculos comerciales con China resienten la desaceleración del gigante asiático.

En segundo lugar, México es una economía menos dependiente de las materias primas que otras economías emergentes, lo que la ha hecho menos vulnerable al desplome en las cotizaciones de los productos primarios.

En tercer lugar, Pemex no cotiza en la bolsa, lo que deja al IPC menos expuesto a los vaivenes del mercado energético.

En cuarto lugar, México ha hecho esfuerzos notables por mantener un buen cuadro macroeconómico, y, pese al deterioro de las cuentas externas y fiscales, ha sido menos abrupto que en otras economías emergentes

En quinto lugar, la inflación permanece baja y estable.

En sexto lugar, su banca está bastante saneada.

Y séptimo, el reciente rally del peso ha aliviado la presión sobre las empresas endeudadas en dólares.

 

Optimismo

Así, los capitales han retornado a México: el mayor fondo negociable en Bolsa de México (ETF), el iShares MSCI de México de BlackRock, registró ingresos por casi 300 millones de dólares durante marzo, el mayor incremento desde abril de 2013. De los 37 miembros que componen el IPC, sólo 8 han retrocedido en lo que llevamos de año y los restantes 29 han ganado terreno. Los que han acercado al IPC a su récord son OHL, con un rendimiento de casi el 50% en el año, Cemex (+35.5%), Industrial Peñoles (+28.8%), La Comer (25.9%), Grupo Simec (+234%) y Coca Cola Femsa (+19.1%). La peor compañía en la que llevamos de año es Telesites, pero no llega a caer ni 10%.

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