Crecen amparos y quejas por alza en gas natural

Tal parece que Manuel Herrera, presidente de la Concamin, finalmente despertó y reaccionó ante las quejas crecientes de industriales por la nueva metodología de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para calcular los precios de venta de gas natural, que se han traducido en incrementos no sólo del precio del gas, sino, lo que es más preocupante, en las tarifas eléctricas industriales y comerciales.

Desde diciembre pasado, la CRE envió a la Cofemer la nueva metodología para el cálculo de los precios de venta de primera mano (VPM) del gas natural que se utiliza como referencia para llegar a Reynosa y que determina el precio al que se vende el gas natural. Y en febrero se publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva metodología que entró en vigor el pasado primero de marzo y que generó, según señaló Herrera, incrementos en los precios que van de 13% a 27%, y aumentos en las tarifas eléctricas industriales, comerciales y para usuarios domésticos de alto consumo, de 6% a 7%, de acuerdo a la zona.

Aunque reaccionó en forma tardía, la Concamin asegura que la nueva metodología excede valores que se consideran razonables y no han sido justificados por la CRE, por lo que hizo un exhorto para transparentar la información con respecto a esta nueva metodología.

Varias industrias afiliadas a la Canacero, la ANIQ y la Caintra Nuevo León, que han resultado muy afectadas por los incrementos en los precios, presentaron ya amparos en contra de la CRE y se esperan más en los próximos días.

LA CRE SIGUE ACÉFALA

Lo que resulta inexplicable, en medio de las quejas del sector industrial, es que continúa acéfala la CRE, porque el presidente Enrique Peña Nieto no ha propuesto al Senado el nombramiento del sucesor de Francisco Salazar, quien terminó su segundo periodo como presidente de la CRE en diciembre pasado.

Y, desde luego, el alza en tarifas eléctricas es una pésima noticia para el Banco de México, porque generará presiones inflacionarias.

RIESGO DE DESABASTO EN ZONA METROPOLITANA

La Concamin emitió también un rudo comunicado en torno al programa Hoy No Circula, en el que alerta sobre el riesgo de desabasto de insumos y productos porque la restricción de circular afecta también a los camiones con placas federales.

La Concamin también se queja de que los industriales no fueron considerados por la Comisión Ambiental de la Megalópolis, a pesar de que son un órgano de consulta de los distintos niveles de gobierno en todas las iniciativas y programas que afecten a los sectores productivos que
hay en el país.

De hecho, ayer, fue un día de caos y viacrucis para los habitantes de la zona metropolitana por el Doble Hoy No Circula, ante la gran dificultad de conseguir un taxi, que cobraron lo que se les dio la gana, y la evidente deficiencia en el transporte público.

Además, se registraron severos problemas en las autopistas de acceso a la Ciudad de México por los transportistas que no pudieron entrar a la zona metropolitana y, lógicamente, generaron severos problemas de tráfico.

Y aunque no estima aún el impacto económico que tendrán estas medidas, la Concamin sí señala que habrá problemas en la logística de entrada y salida de la zona metropolitana, lo que afectará al 28% del PIB y 18% de la población nacional.

Los transportistas, desde luego, exigen estar exentos del programa Hoy No Circula, pero, a diferencia de las motocicletas, que sólo participan en la Fase 1, no ha habido ninguna modificación para los vehículos federales.

DIÁLOGO CON LA AMIA

Los que sí lograron ya ser tomados en cuenta por la Semarnat son los industriales automotrices agrupados en la AMIA, que preside Eduardo Solís, porque tampoco fueron considerados en las decisiones de la Megalópolis, pero sí quieren participar en las discusiones sobre la nueva norma ambiental que emitirá la Semarnat y que, por ser una Norma Federal, será de aplicación obligatoria en todos los estados que realizan hoy verificación vehicular.

La AMIA insiste en que se deben tomar en cuenta las millonarias inversiones que se han realizado en la industria automotriz para que los nuevos modelos de automotores contaminen menos. El gran absurdo es que se exige en México que los automóviles nuevos sean verificados para poder circular.