Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

9 Abr, 2016

Visión del gobierno para 2017

El 1 de abril el gobierno presentó este documento que sirve de marco general para iniciar el diálogo sobre el desempeño esperado de nuestra economía para efectos de la definición del presupuesto. Se revela una mezcla de aspectos buenas y otros que apuntan a una debilidad.

En el primer grupo tenemos el crecimiento de la economía, la inflación, el tipo de cambio y la tasa de interés. El rango que se espera de crecimiento económico para el 2017 es el mismo que para este 2016 (entre 2.6 y 3.6 por ciento).

Se prevé un comportamiento de la economía que va a ser tendencial con lo que vimos el año pasado y que continúa durante 2016. Esos datos de crecimiento, nos ubicarían al final de esta Administración en una cifra que no es distinta a la que vimos en el pasado.

Unas decimas de mayor o menor crecimiento no hacen mucha diferencia dado que lo que se esperaba era una tasa media por arriba de tres por ciento.

En cuanto a la inflación la estima que se mantenga en un nivel de tres por ciento y el tipo de cambio promedio para 2016 se estima en 18 pesos por dólar y para finales del 2017 de 17 pesos por dólar.

La tasa de interés esperada de Cetes a 28 días se estima con una trayectoria creciente. La tasa de interés promedio para 2016 es de 3.7 por ciento, la final de este año se prevé en 4.3 por ciento y para finales de 2017 en 5.3 por ciento.

La proyección de estas variables presenta una visión bastante optimista en cuanto al tipo de cambio. En cuanto a tasas de interés reconoce que  viene un proceso de aumento para los próximos 20 meses, pero que ésta será  gradual.

En el segundo grupo tenemos las plataformas de producción y de exportación te Pemex y al balance fiscal con y sin inversión de alto impacto.

La visión que se transmite de Pemex no es favorable. Para la producción promedio se estima una reducción de casi cinco por ciento al quedar  en poco más de dos millones de barriles al día para 2017. Para entender lo que implica este nivel de producción en términos del desarrollo de la empresa, no se vieron en los 90. Es decir, es un Pemex debilitado que está regresando a décadas atrás.

La menor plataforma de producción implica una menor plataforma de exportación. La visión del precio del petróleo es optimista, ya que el promedio de asume en 35 dólares para 2017.

Por lo que se refiere al déficit público nos están vendiendo un equilibrio fiscal que no es equilibrio fiscal para el 2017. El déficit que incluye inversión se está estimando en 2.5 por ciento del PIB. En resumen, se continúa con la trayectoria de requerimientos financieros.

Lo que aparece en el documento es que con el nivel de crecimiento económico, a pesar del déficit de 2.5% del PIB se logra estabilizar y luego reducir un poco el indicador de saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público.

En conclusión, hay partes del panorama favorables que nos pueden impulsar para tener dos años que sean buenos. Pero, también, se muestra un Pemex debilitado y un gobierno que seguirá sin tener disciplina fiscal. La apuesta es que con la combinación de crecimiento y déficit de 2.5 por ciento no aumente el nivel de deuda a PIB como sucedió de 2008 a 2015.

Lo delicado de la situación es que estamos en un contexto en que las calificadoras ya nos están señalando por los dos factores anteriores.

*Director General del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx

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