José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

14 Abr, 2016

Salvan a Pemex, porque vale la pena

El gobierno federal termina salvando a Pemex, inyectándole capital a una empresa que en los tempranos años ochenta nos iba a acostumbrar a administrar la abundancia. Y que treinta años después está prácticamente quebrada. El gobierno salva a Pemex por una sencilla razón: porque vale la pena.

Pemex puede ser rentable, Pemex tiene grandes reservas de petróleo, debe aprovechar la Reforma para generar más ingresos, saber asociarse para potencializar sus áreas de valor y elevar su plataforma de producción disminuida por la declinación del megapozo Cantarell.

MOODY’S LOS PUSO EN ALERTA

En la Secretaría de Hacienda, a cargo de Luis Videgaray, y subsecretarios, como Miguel Messmacher, están convencidos del rescate a Pemex como una premisa para lograr que la petrolera obtenga más ingresos y, desde luego, para salvarse de perder el grado de inversión por parte de Moody’s.

Si la agencia calificadora Moody’s hiciera perder el grado de inversión a Pemex habría dos problemas: uno, la petrolera no podría salir a los mercados a financiarse barato; y dos, se corre el riesgo de afectar la deuda soberana en su calificación, ya que la tercera parte de los ingresos públicos dependen de Pemex.

Había muchas razones para salvar a la petrolera. La principal: que de ahí, otra vez, se obtendrán más recursos.

DÉFICIT PÚBLICO BIEN POR
REMANENTE BANXICO

El salvamento de Pemex no afecta las finanzas públicas, gracias al remanente (utilidad) del Banco de México que se dio a conocer esta semana y que es de 293 mil millones de pesos.

De dicho remanente se utilizará 70% para reducir la deuda pública y 30% para el Fondo de Estabilización.

Con estos datos, el objetivo es bajar el déficit público para este año a niveles de 0.5% del PIB (sin tomar en cuenta la inversión de Pemex, con inversión se mantiene la meta de un déficit de 3% del PIB).

La Secretaría de Hacienda al contar con el remanente del Banco de México puede lanzar el salvamento a Pemex, y aún así mantener su meta de disminuir el déficit público.

PROVEEDORES Y MENOS DEUDA

El apoyo a Pemex llega a los 74 mil millones de pesos. Y se da en dos tramos.

Uno, será para darle liquidez a la empresa y, sobre todo, cubrir sus problemas de pagos con proveedores (el famoso pasivo circulante). Resulta que este pago de proveedores a Pemex se dejó crecer a tal grado que hasta la banca de desarrollo, a través de Nafin, tuvo que intervenir para apoyar el pago a proveedores.

El segundo tramo del apoyo será para mejorar el balance financiero de Pemex, y así impedir que se endeude de más. Aquí también ayudará el cambio al régimen fiscal de Pemex, permitiéndole tener más ingresos.

Además, viene el apoyo más dramático, el de pago a pensiones, en el que por cada peso ahorrado el gobierno debe pagar otro peso para saldar las pensiones de los trabajadores de Pemex, que de manera irresponsable y por años se fueron dejando sin tener fuentes de financiamiento.

A CAMBIO, PEMEX POR
AJUSTE Y MEJOR GESTIÓN

¿Qué se espera de Pemex? Uno, que siga el ajuste que inició José Antonio González Anaya, su actual director, y que fue de 100 mil millones de pesos, pero sólo para acomodar los proyectos de la paraestatal a un menor precio de petróleo. Deberán seguir los ajustes en los que haya grasa.

Lo otro será mejorar el esfuerzo de ingresos de Pemex. Ir por las asociaciones, farm outs. Ir por la recuperación de la plataforma de producción que se perdió con Cantarell. También aprovechar todos los pozos de la Ronda Cero.

En fin, hacer un plan estratégico para elevar los ingresos y el valor de Pemex. El gobierno lanza el mensaje a las agencias calificadoras, como Moody’s, de que Pemex no está solo, pero de que le urge mejorar la reducción de su gasto que ya inició, así como su balance financiero con una mejor gestión en los ingresos.

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