Diplomacia financiera, ¡a todo vapor!

WASHINGTON, DC.–  ¡Qué manera de cuestionar lo aplaudible! Resulta que hay quien puso el grito en el cielo cuando se conoció que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, se entrevistaría ayer por la tarde con el Speaker of the U.S. House of Representatives, el republicano Paul Ryan, disque para tratar el tema de ¡Donald Trump!

Mire, si fuera el caso, se lo creería, pero a diferencia de lo que algunos dicen, el tema tratado fue el Acuerdo Transpacífico, porque como coordinador del equipo económico, le aseguro que tiene la mira puesta en ese proceso y haciendo uso de la inteligencia histórica de críticos y recríticos, recordaremos qué mal nos fue cuando en la contienda electoral de principios de los 90, el TLC negociado con el republicano Bush se retrasó tres años hasta que el demócrata Clinton decidió hacerlo y justo con la presión de la mayoría republicana.

Ryan, de Wisconsin, es el presidente de la Cámara de Representantes y tiene 246 republicanos y 188 demócratas y, aunque los equilibrios están en juego, yo creo que quien ve moros con tranchete, le encanta la serie de House of  Cards, ya que ni se lanzó contra Trump ni lo está buscando.

Mire, en caso de que en julio no llegara ningún candidato a obtener la mayoría se podría convocar a una convención abierta y eventualmente nominar a alguien distinto. Ryan es joven, difiere en serio de la política exterior y de comercio que han vociferado los integrantes del GOP republicano y, evidentemente quienes impulsan la apertura comercial, globalización y el TPP y que lograron el fast track a favor de Obama, piensan que es un claro candidato si ni Donald Trump, Ted Cruz o John Kasich superan el umbral de mil 237 delegados.

Por eso en la mañana y antes de que llegara Videgaray a su oficina, el speaker afirmó categórico (cito a Democracy Now): “Si ningún candidato alcanza la mayoría en la primera vuelta, considero que únicamente se debería elegir entre las personas que de hecho participaron en las primarias. No cuenten conmigo. Simplemente considero que si uno pretende ser nombrado candidato a la Presidencia por nuestro partido, en realidad debería postularse para ello. Yo elegí no hacerlo y por tanto no debería ser tenido en cuenta. Punto. Fin de la cuestión”.

Es evidente que la estrategia de México es esperar a conocer el resultado de la elección estadunidense, pero “sin tomar partido”, aunque la mediaticidad del candidato Trump dé para muchos chismes, memes y conversaciones tontas, pues es de sabios no equivocarse y tomar partido político en una negociación que es crucial para el mundo. Él tiene claro el calendario electoral y a menos que la elección fuera un desastre republicano, es muy probable que mantengan la amplia mayoría que ha decidido el electorado norteamericano cuando los demócratas llegan a la Presidencia del vecino país.

El personaje que estableció la relación de Videgaray con Ryan fue nada menos que Robert Zoellick, expresidente del Banco Mundial y exnegociador de la USTR en el inicio de este siglo, clave en la negociación del TLC durante la administración Bush y trabajó con James Baker.

Él impulsa fuertemente una red de empresarios, grupos económicos y ciudadanos comprometidos total y abiertamente desde México a Canadá con el TPP y el libre comercio, de ahí que los cabildeos sean muy distintos a los de tomar partido.

DE FONDOS A FONDO

Dentro de las propuestas de campaña que realizan los candidatos a las 12 gubernaturas, destaca desde el punto de vista económico la realizada por Carlos Joaquín González, aspirante en Quintana Roo por la alianza PAN-PRD, misma que busca crear una cadena productiva en la entidad para colocar al sur del estado como principal proveedor de insumos del norte del mismo, una región que recibe una derrama de alrededor de ocho mil millones de dólares gracias a la visita de más de 15 millones de turistas al año.

 La importancia de que poblaciones como Chetumal se conviertan en los principales proveedores de recursos humanos, muebles e insumos alimenticios para centros turísticos como Cancún, donde existe una demanda generada por más de 90 mil cuartos de hotel, consiste en que el estado que gobierna actualmente Roberto Borge podría convertirse finalmente en un ente autosustentable y, sobre todo, con desarrollo social equiparable en sus diferentes regiones.