Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

20 Abr, 2016

Arranca la Terminal Automotriz en Lázaro

Será este jueves cuando la compañía portuaria SSA México, que dirige Manuel Fernández, firme el contrato de concesión de una Terminal Especializada de Automóviles (TEA), en el puerto de Lázaro Cárdenas en la que se invertirán cerca de 56 millones de dólares (900 millones de pesos) en una primera etapa.

La firma del contrato sucede después de un larguísimo pleito de abogados que buscó impedir la licitación que otorgó la concesión por 30 años para desarrollar y explotar una instalación portuaria de 42 hectáreas de superficie, en la Isla de Cayacal, que está en el interior del puerto, con una capacidad dinámica de desplazamiento de 400 mil unidades al año, extensible a 750 mil.

Por su dimensión puede convertirse en uno de los principales polos de embarque para las exportaciones del sector automotriz, y al igual que Tuxpan en el Golfo, donde SSA también pondrá en operación en este mes la terminal pública que tendrá área especializada de contendores y automotriz.

En la firma del convenio con la API de Lázaro, el coordinador general de Puertos, Guillermo Ruiz de Teresa, jugó un papel central para que los litigios terminaran y por lo pronto, Fernando Chico Pardo, socio-inversionista de SSA Marine, dio instrucciones para que la inversión se ejecute inmediatamente para cumplir con los compromisos asumidos con el gobierno y con el sector automotriz, de tenerla operando en año y medio.

La concesión fue ganada por SSA México en octubre de 2012,  e iniciará con la construcción de muelles, patios especializados y ofrecerá servicios de valor agregado a fin de enfrentar la fuerte demanda automotriz de más de cuatro millones de unidades hacia 2020, pues un alto porcentaje sale del país a través de los puertos del Pacífico mexicano que mueven automóviles en las rutas de Asia, Costa Oeste de Estados Unidos y Sudamérica.

Actualmente SSA México mueve más de 550 mil unidades al año por los puertos de Veracruz, Lázaro Cárdenas, Acapulco, Manzanillo y próximamente, Tuxpan. A nivel mundial embarca en sus terminales portuarias más de 1.7 millones de unidades de autos al año, principalmente en Estados Unidos, Canadá, Panamá, Sudáfrica y México.

DE FONDOS A FONDO

Coyunturalmente se estrecha la oferta y la demanda en el mercado del limón agrio mexicano. El limón verde, como lo conocemos nosotros, puede conducir a elevaciones temporales de precio, pero hay quien hace su agosto y no son precisamente los productores encabezados por Óscar Ávalos Verdugo, presidente del Comité Nacional del Sistema de Producto Limón Mexicano.

Le cuento. El mercado demanda entre dos mil 500 y tres mil toneladas diarias de limón y la producción, en este momento, entrega entre dos mil 200 y dos mil 500, lo que muestra la estrechez temporal; sin embargo, el precio al que los productores están vendiendo el kilo del limón es de 16 pesos y, en supermercados y sistema de abasto al menudeo está entre 40 y 50 pesos el kilo. ¡Es un robo en despoblado!

La Secretaría de Economía, que encabeza Ildefonso Guajardo, y la Sagarpa, de Pepe Calzada, saben bien que es un desabasto temporal, porque la producción sufre los estragos de los árboles caídos en octubre pasado con el paso del huracán Patricia, y los temporales que no fueron normales de enero, registrados en los estados que son los principales productores (Colima, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, aunque en 16 se produce limón).

Los productores además, desde 2010, están viviendo una circunstancia complicada porque llegó a México el virus centenario del HLV, que es como un cáncer que mina la producción del fruto. Un árbol sano produce 40 kilos por año y un árbol afectado alrededor de 20 kilos por año.

Aunque se trabaja intensamente con universidades públicas y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, la pérdida de 50% de la producción no se ha evitado, aunque se ha contenido el efecto, aumentando la densidad poblacional porque elevaron de 200 a 312 limoneros por hectárea para compensar la pérdida.

Al productor hoy le cuesta producir entre diez y 12 pesos el kilo de limón, y los que se están llevando la tajada en esta coyuntura son los especuladores, que saben que por el ciclo, en 15 días –finales de abril– estará lista la cosecha de Michoacán y podrá compensarse la demanda de sobra. Los limoneros cosechan antes, porque si no provocarían la entrega del fruto seco, pero también se afectaría al mismo árbol generando un ciclo negativo.

Por lo pronto,  la inclusión de la Profeco, que dirige Ernesto Nemer Álvarez, en el gabinete social por invitación del titular de la Sedesol, José Antonio Meade Kuribreña, actuó para contener el primer daño y los mismos productores pusieron a disposición de la Sedesol las 200 toneladas de limón que ambas dependencias ofertarán a un precio preferencial de 23.50 pesos por kilo en las más de cinco mil tiendas comunitarias de Diconsa, que encabeza Juan Manuel Valle Pereña, y las cuatro mil 500 lecherías de Liconsa, a cargo de Héctor Pablo Ramírez Puga, porque el limón es un producto de la canasta básica altamente consumido por toda la población mexicana, pero daña más a los que menos tienen.  Entre seis y siete pesos es lo que debería haber de diferencia en el precio, y si alguien lo vende más caro, tendrá que explicar muy bien, así sean los agremiados de la poderosísima Antad, que preside Vicente Yáñez.

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