Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

4 May, 2016

Oro Negro a capilla

Efectivamente, desde el primer minuto del jueves de la semana pasada empezó a correr un nuevo término para que la empresa de servicios petroleros Oro Negro liquide a sus acreedores de bonos unos 925 millones de dólares.

Los bondholders accedieron a unificar las series que vencieron en diciembre del año pasado, por 175 millones de dólares, con la que fenece en 2019, por otros 750 millones. A cambio recibirán un paquete adicional de garantías. La nueva fecha de vencimiento del bono en default se fue al 24 de enero de 2019.

Oro Negro, que controlan Gonzalo Gil y José Antonio Cañedo White, y en la que son socios las afores Banamex, de Luis Sayeg; Sura, de Enrique Solórzano, y Banorte XX, de Tonatiuh Rodríguez, tuvo que dejar en prenda seis plataformas Jack-ups, cuatro domiciliadas en Singapur y dos en Panamá.

Además, las acciones de las empresas Integradora de Servicios Petroleros Oro Negro y Operadora Oro Negro, registradas en Noruega. Lo que no se integró al paquete de garantías fueron los títulos de la empresa madre, en este caso la sociedad financiera de objeto múltiple Navix.

Se acordó con los tenedores de bonos una tasa de interés de 7.5% y pagos trimestrales de alrededor de 8.7 millones de dólares por concepto de intereses, los cuales irán acompañados de una amortización adicional del principal. El primero deberá liquidarse el próximo mes de julio.

El asesor financiero de Gil y Cañedo White fue el bufete Rivera Gaxiola, Carrasco y Kálloi. Los socios Alonso Rivera y Vela Kálloi fueron los que directamente llevaron la negociación con los representantes de los bonos. El acuerdo francamente se ve muy endeble y equivale a haber pateado el bote.

El verdadero problema de Oro Negro es la imposibilidad de poder arrendar a Pemex sus plataformas. El origen del endeudamiento fue para mandar hacer ocho equipos que pensaban iban a colocar sin mayores problemas. Llegaron a tener contratos para cinco, pero ahora sólo se van a quedar con uno.

Le platiqué la semana pasada que rechazaron la propuesta de Pemex de dar por terminados sus contratos anticipadamente y el que mantengan bajar la renta diaria de 130 mil dólares a 110 mil. Se sabe que el mismísimo Francisco Gil Díaz está interviniendo en Pemex para que sus pupilos tengan un mejor trato.

Vamos a ver si José Antonio González Anaya y su escudero Carlos Treviño ceden. Si lo hacen, todos los demás plataformeros se les vendrán encima.

GOLPE A ARENDAL

Complicada la tiene Arendal, la firma de procura de Javier García Pons. Le decía el lunes que este mes tiene un vencimiento por unos 150 millones de dólares.

Es el 23 de mayo y la compañía no ha dado señales claras de tener una solución para refinanciar su deuda de corto plazo. Tan es así que Fitch rebajó el mes pasado su calificación desde “CCC” a “C”. Por si lo anterior no fuera suficiente, trascendió que la semana pasada Pemex le canceló el contrato de Lakach, que consistía en un tendido de gasoductos en aguas profundas para la compresión de gas en tierra, un negocio de unos 500 millones de dólares que les había adjudicado Emilio Lozoya Austin.

El 80% de los ingresos de Arendal proviene de trabajos para Pemex.

LA BATERÍA DE ICA

Ya trascendió que ICA se apresta a solicitar el concurso mercantil. El mismo Bernardo Quintana era el principal oponente.

Pero la realidad terminó imponiéndose a ésta, la principal constructora de México. Por lo que sabemos, el expediente lo va a llevar Everardo Espino, quien fuera yerno y socio del despacho del desaparecido Salvador Rocha Díaz, precursor de la actual Ley de Concursos Mercantiles.

El litigante se va a coordinar con Luis Cervantes, el otro abogado de cabecera de los Quintana, y quien tiene a su cargo la defensa de ICA frente al Gobierno del DF por el asunto de la Línea 12. Cervantes a su vez va en tándem con el bufete de Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano. Ésa va a ser la batería jurídica de ICA.

CME TRAS LA BMV

No lo comente mucho, pero nos aseguran que hay negociaciones muy avanzadas para que el Chicago Mercantile Exchange (CME) adquiera posiciones accionarias importantes tanto en el Mercado Mexicano de Derivados (MexDer), como en la cámara de compensación Asigna de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que preside Jaime Ruiz Sacristán. Hasta donde sabemos, la influyente bolsa de futuros estadunidense querría en ambos casos el control, pero su contraparte no estaría dispuesta a cederlo.

Ese diferendo es lo que mantiene estancado un acuerdo. El CME, que encabeza Phupinder S. Gill, es directamente dueño de 2% de la BMV y a través del Bovespa de Brasil posee otro 4.9%. Considérelo.

VA AEROMÉXICO

Aeroméxico, que preside Javier Arrigunaga, no va a objetar las condiciones que le impuso la Comisión Federal de Competencia Económica para concretar la venta de hasta 49% de sus acciones a Delta Airlines.

Hablamos de ceder horarios de aterrizaje y despegue al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y eliminar duplicidad de asignaciones en rutas transfronterizas entre México y Estados Unidos, rutas en las que coincidan y que hayan sido asignadas como parte del Convenio Bilateral de Transporte Aéreo vigente entre ambos países. Puede dar por hecho que la compañía dirigida por Andrés Conesa acatará las disposiciones del ente antimonopolios que encabeza Alejandra Palacios. Hay en juego mucho dinero.

 

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