David Páramo

Análisis superior

David Páramo

9 May, 2016

Totalmente inocente

El 7 de octubre publiqué bajo el título Presunto Inocente que Martín Díaz no podría ser responsabilizado del fraude que cometió Oceanografía en contra de Banamex y algunos otros, puesto que las acusaciones eran dichos de Amado Yáñez y dos de sus empleados.

Sin embargo, algunas vacas sagradas y teachers intentaron desmentirme asegurando que existía un gran cúmulo de pruebas en contra de este hombre, las cuales, como ha quedado claro, no existen.

En aquella entrega publiqué:

“1.- Díaz jamás fue director financiero o segundo accionista de Oceanografía. No tuvo oficina o sueldo. Tampoco existe un solo documento que él haya firmado, lo que hace evidente que no tenía acceso a las cuentas de la compañía.

“2.- Formó parte del grupo que reestructuró esa empresa, y en la cláusula octava de su contrato decía ‘no puede intervenir directa o indirectamente en las decisiones operativas y administrativas de la empresa’.

En aquella entrega y las que hice el 18 de junio, 9 y 24 de octubre de 2014, así como la que hago referencia establecía mi posición con base en documentos y no en dichos; viendo datos concretos y no dichos.

En la columna del 7 de octubre publiqué:

“3.- No existe un solo depósito en las cuentas de Díaz vinculado con Oceanografía.

“4.- Como consta en actas, jamás fue miembro del consejo de administración.

“5.- No hay ninguna evidencia de que este hombre haya revisado las facturas. En ninguna declaración ministerial de los extrabajadores de Banamex y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores se hace alguna imputación en ese sentido.

“6.- No tiene el don de la ubicuidad. En el juicio laboral que ganó el año pasado a Libertad se estableció ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que tenía un horario de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Ahí sí tenía poderes, oficinas, presidía consejos y acceso a firmar las chequeras. En 2013 firmó 16 mil documentos diferentes.

“7.- No hay ningún documento firmado por Díaz en Oceanografía. Todas las estimaciones, 166, están firmadas por Yáñez y ninguna por Díaz. En las declaraciones de los funcionarios ante la autoridad judicial, como Israel Varela, dicen que toda la información de las facturas producto del fraude fueron revisadas y aprobadas por él y su jefe, Yáñez.

“8.- Salvo el administrador único de Oceanografía y dos empleados, ninguno de los funcionarios de Banamex, Pemex y Ocenanografía en decenas de declaraciones mencionan a Díaz.

“9.- Tampoco lo hace el dictamen de la CNBV.

“10.- La Procuraduría General de la República identificó mil 500 millones de pesos que fueron desviados a las cuentas de Yáñez, el hombre lo ha aceptado. En contrapartida, no hay ningún desvío a favor de Díaz.”

FALLO JUDICIAL

La semana pasada la verdad histórica y la jurídica se reunieron a pesar de las presiones, en tribunales y medios, de funcionarios de la PGR que habían visto en Díaz un buen chivo expiatorio para darle realce a su caso o algo así.

El Séptimo Tribunal Colegiado Penal canceló en forma definitiva la orden de aprehensión en contra de Díaz, luego de que los magistrados Hugo Luna Ramos y Fermín Rivera determinaron que la PGR no acreditó la presunta responsabilidad. En la sentencia se deja claro que Díaz no tenía ningún nombramiento en la empresa de Yáñez.

Los magistrados desestimaron los dichos del administrador único de Oceanografía, en los que trataba de imputar a Díaz bajo argumentos tan ridículos como que estaba deprimido por su divorcio.

Vale la pena recordar que el 17 de junio de 2014 se giró orden de aprehensión en contra de Díaz y en algún momento se llegó a decir que sería extraditado, pero esa versión tampoco prosperó simple y sencillamente porque las autoridades de Estados Unidos no encontraron ningún indicio en contra de Díaz, quien no estaba prófugo de la justicia en Miami, donde vive legalmente.

COLOFÓN

Hay una propensión al linchamiento, a creer en dichos y no esperar el curso de las averiguaciones judiciales. Díaz parecía atractivo para culpable en gran medida por su imagen pública; sin embargo, una investigación periodística basada en hechos no debe tomar dictado o en la opinión personal de alguien.

Luego de dos años de proceso judicial, Díaz logró probar su inocencia; sin embargo, queda el daño que algunos maestros le causaron a su reputación, lo que no se arregla con un usted disculpe.

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