José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

11 May, 2016

Empresas sin estrategia anti-Trump

El que llegue Donald Trump a la Casa Blanca espanta hasta a los propios republicanos.

La revista británica The Economist acaba de publicar todas las incoherencias económicas de Trump, que van desde su proteccionismo que deriva en ser un anti-TLC de América del Norte, hasta sus ocurrencias sobre el mercado y el Estado.

Sí, estamos frente a un personaje de ocurrencias, sin proyecto económico claro, que puede gobernar la economía más grande del mundo. Ante ello, el gobierno mexicano ya tomó una posición: no meterse.

EXPORTACIONES E IED, LAS PRINCIPALES

¿El gobierno mexicano hace bien en no meterse? No lo sabemos. Por lo pronto, el gobierno de Enrique Peña Nieto considera que deben ser los mismos actores estadunidenses, es decir, las grandes corporaciones, las que presionen a Trump.

Por ejemplo, 70% de las exportaciones de México que van hacia Estados Unidos, en su mayoría, son para proveer a la industria estadunidense.

La inversión extranjera directa (IED) de EU siempre ocupa los primeros lugares en México. Tan sólo el año pasado, la IED creció por la entrada de AT&T y las inversiones automotrices.

AMCHAM, EN LA INDEFINICIÓN

Dentro de la American Chamber of Mexico, en la que se encuentran miles de empresas estadunidenses con fuertes inversiones en el país, todavía no se ponen de acuerdo qué hacer con Donald Trump.

American Chamber, presidida por José María Zas, presidente de American Express, y en la que los vicepresidentes son Ernesto Hernández, presidente de General Motors México, y Carlos Méndez, director de PwC México, siguen discutiendo el tema Trump.

Hasta cierto punto es natural. Hay empresas con inclinación demócrata o republicana. Pero se equivocan quienes creen que su inclinación política basta y que en la AmCham deben tener de todo. Ahora no se trata de inclinaciones políticas, sino de inversiones fuertes en México, de estrategias de proveeduría, de exportación e importación, de proyectos de largo plazo permitidos por el TLC con América del Norte.

TRUMP: CONTRA TLC CON MÉXICO

Y Trump va contra todo ello. Ha dicho estar en contra del TLC de América del Norte porque ha generado desempleo en Estados Unidos (es curioso, el candidato republicano sacó la inquietud de los años noventa de los demócratas, sobre todo de centrales obreras como la AFL-CIO).

Sin embargo, se ha demostrado que el TLC genera empleos en México y en Estados Unidos, pues se trata de aprovechar ventajas comparativas de cada país.

También se ha mostrado que las exportaciones mexicanas son económicas para la industria y el consumidor estadunidense, desde autopartes, televisiones, componentes electrónicos, hasta tomates, aguacates y cerveza, etcétera.

DESDE GM HASTA JP MORGAN, WALMART, GE

El gobierno de Peña Nieto considera que deben ser las propias empresas estadunidenses las que centren el discurso de Trump. El problema: todavía no lo han hecho.

Y vaya que hay empresas estadunidenses que se encuentran en México con fuertes inversiones. Basta mencionar las automotrices de Detroit: GM, Ford y Chrysler. Por no decir de las financieras, desde American Express hasta JP Morgan, o Banamex con Citi. O tecnológicas como Apple. O de comercio como Walmart. O conglomerados industriales como General Electric.

Es cierto que Donald Trump, como cualquier otro candidato, puede polarizar en campaña y en caso de llegar a ganar, podría ser más prudente como gobernante. Sin embargo, por la ignorancia y la arrogancia que ha mostrado en campaña, hace temer lo peor.

Esperemos que el gobierno mexicano no se equivoque, que las empresas estadunienses tengan una buena estrategia de cabildeo (razones les sobran a favor de México). Todavía falta ver las elecciones presidenciales en EU, y en una de esas no nos quebramos la cabeza si Hillary Clinton es la candidata demócrata y gana. Pero todavía no vemos una estrategia real por parte del empresariado para actuar en caso de ganar Donald Trump.

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