Ronda 1.3, ¿del gozo al pozo?

De las tres licitaciones que se han realizado de la Ronda 1, sin lugar a dudas la más exitosa fue la tres, porque, a pesar de los bajos precios del crudo, se asignaron la totalidad de los 25 bloques de subastas, estableciendo un récord a nivel internacional, porque nunca se asigna 100% de los bloques licitados.

Sin embargo, el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda, informó ayer que, finalmente, no se firmaron ayer seis de los 25 contratos de esta 3ª licitación, porque tres empresas no presentaron sus garantías de cumplimiento. La que se considera la gran perdedora es Geo Estratos MXoil Exploración y Producción, que había ganado cuatro de los 25 bloques; y las otras dos empresas que no cumplieron son: Strata, que no cumplió en el campo Ricos, aunque sí firmó los contratos para otras dos áreas, Peña Blanca y Carretas; y Sarreal, que perdió el campo de San Bernardo.

Lo que procederá ahora es, por un lado, ejecutar las garantías de seriedad que habían presentado las tres empresas por un monto de 390 mil dólares, que se integrarán al Fondo Mexicano del Petróleo.

Además, se buscará que las empresas que quedaron en segundo lugar en la licitación se queden con los seis bloques que, finalmente, no fueron asignados ayer y tendrán un plazo de 150 días para cumplir con la firma de los contratos y, de no hacerlo, perderán también la garantía de seriedad que pagaron al participar en la Ronda 1 y los bloques serían subastados en otra licitación.

Seguramente en la decisión de las empresas de no continuar adelante con la firma de los contratos influyó no sólo la inestabilidad en los precios del crudo, sino el elevado precio que ofrecieron.

Y aún bajo el supuesto de que no se asignaran los seis bloques restantes a las empresas que quedaron en segundo lugar, no se podría hablar de un fracaso en la Ronda 1.3 porque realmente nadie esperaba un bateo del 100 por ciento.

15 EMPRESAS EN RONDA 1.4

La gran interrogante es qué pasará con la 4ª licitación de la Ronda 1, que es la más importante en cuanto al monto esperado de inversiones, porque son campos en aguas profundas y en el que participarán sólo grandes empresas petroleras, incluida la propia Pemex.

Hasta el momento, hay 15 empresas que ya iniciaron el proceso de precalificación, de un total de 31 que ha mostrado interés:

Inpex Corporation; NBL México; PC Carigali México Operations; Pemex; Ophi México, Shell Exploracion y Extracción; Statoil E&P México, Total E&P; Hess México Oil and Gas; ExxonMobil Exploración y Producción México; Chevron Energía de México; China Offshore Oil Corporation E&P; BP Exploration México; BHP Billiton Petróleo Operaciones de México; y Atlantic Rim México.

Hay 20 empresas que ya tienen acceso al cuarto de datos, aunque todavía no han iniciado el proceso de precalificación: Japan Oil, Gas and Metals National Corporation; Eni México, Mitsubishi Corporation; Murphy Sur; Repsol Exploración México y Petro Canada.

Desde luego, no todas las empresas que están precalificadas presentarán sus ofertas en diciembre próximo, cuando se abran públicamente los sobres con las propuestas, en un proceso de total transparencia, como se realizó con las tres anteriores licitaciones.

RUIZ ESPARZA PRESIDIRÁ EL ITF

El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, festeja por partida doble. Por un lado, el próximo viernes 13 —lo que demuestra que no es supersticioso— festejará en grande los 135 años de creación de la SCT, que nació como Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.

Ademas, asumirá la presidencia del Foro Internacional de Transporte (ITF), de la OCDE, y durante el próximo año encabezará el Consejo de Ministros, las reuniones del Consejo de Administración y tomará el liderazgo en la organización del la Cumbre de 2017, que se realizará en Leipzig, Alemania.

Ruiz Esparza asumirá la presidencia del ITF, sustituyendo a Dinamarca en la reunión que se realizará del 18 al 20 de mayo en Leipzig.

Este año, el tema central de la cumbre ministerial es el Transporte Verde e Incluyente, donde, desafortunadamente, en México estamos aún en pañales y, a pesar de las más estrictas escalas de medición ambiental, no tenemos estímulos fiscales para la compra de transportes verdes ni para el servicio público ni para el privado.