Las guerras del acero

El acero es uno de los insumos más importantes de la economía y por eso las guerras de este metal, que ocupan a todo el mundo, tiene amplias consecuencias para los consumidores de todo el orbe. El punto más álgido de esta guerra se dio hace unos días cuando Estados Unidos anunció un aumento de 500% a las tarifas de importación de acero chino laminado en frío.

El acero laminado en frío se refiere al proceso mediante el cual el metal se aplana a temperatura ambiente lo que permite trabajar con piezas de menores dimensiones dando como resultado mallas, tubos y barras que a su vez pueden servir como insumo de otros productos.

El problema del mundo con China es que la nación asiática tiene una superproducción subsidiada que representa la mitad de acero que se produce en el mundo. El año pasado la producción de acero chino fue de 803 millones de toneladas, mientras que el lejano segundo lugar lo ocupó Japón con una producción anual de 105 millones y en tercer lugar se ubicó India con 89 millones de toneladas.

Los acereros de todo el planeta están muy enojados dado que China ha inundado el mundo con su acero barato y cada una de las naciones ha pedido medidas proteccionistas en sus respectivos países argumentando: afectación de empleos y desmantelamiento de la industria nacional.

En el caso de los empleos cada una de las industrias acereras nacionales citan las cifras del impacto que han sufrido en ventas lo que ha resultado en el cierre de plantas que no pudieron ser competitivas, por ejemplo en Reino Unido todavía están digiriendo el anuncio de Tata, una empresa de India, que venderá su negocio del acero en esa nación lo que pone en la incertidumbre a 12 mil trabajadores británicos de la compañía.

En Estados Unidos se habla del despido de 12 mil empleados como consecuencia de los cierres de acereras, aunque la base actual vinculados a las ciderúrgicas sobre una base de 400 mil trabajadores. México no ha sido la excepción y de acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria del Acero, nuestro país ha perdido en los últimos cinco años, cinco mil empleos dejando un total de 112 mil.

En la revista Forbes, Daniel Pearson, exfuncionario de la Comisión de Comercio Internacional, estima que la aplicación de los aranceles de 500% a la importación de acero chino implicará una afectación a los consumidores debido a que se trata de un insumo que ha permitido costos competitivos en productos de valor agregado que utilizan como insumo el acero y que representan una producción de 990 mil millones de dólares con 6.5 millones de empleados vinculados a ellos mientras que los productores de acero, cobre y magnesio producen 60 mil millones de dólares anualmente y únicamente emplean a 400 mil personas.

En cuanto a México la imposición de aranceles puede ser más dañina que benéfica porque el país ha logrado posicionarse en la transformación del metal en distintas industrias como la automotriz en donde el acero representa 22% del total de los insumos. Además la imposición de tarifas a China no será suficiente para eliminar la sobreproducción del metal debido a que aunque la nación asiática recorte su producción, la contracción de su economía también se refleja en una menor demanda del metal.

Hasta ahora el consumo en la nación asiática ha descendido 4% y se espera que el próximo año caiga 3% lo que implica que los precios de todas formas no aumentarían aunque hiciera un recorte a su producción.

De acuerdo con el pronóstico de crecimiento de la Asociación Mundial del Acero tanto Brasil como Rusia están bajando su consumo de acero por las crisis económicas que les afectan mientras que las naciones más prósperas, Estados Unidos y Europa mantendrán un bajo crecimiento en su demanda del metal.

Es cierto que el acero subsidiado chino rompe las prácticas de comercio internacional, pero difícilmente van reducir su producción de manera significativa como para incidir en los precios globales de manera sostenida debido a que están entrampados con su ritmo de crecimiento que les permite generar empleos y en donde no se pueden dar el lujo de perder más de un millón y medio de empleos que ya se han comprometido a reducir como parte de disminuir su capacidad.

El camino de México es aprovechar la coyuntura del acero barato para darle valor agregado con las cadenas de valor y para los acereros nacionales el camino es valor agregado especialización.