El rancho del conocimiento de Deloitte

En medio de un rancho perdido en Texas, entre Forthworth y Dallas para ser más específicos, se encuentra una de las apuestas más interesantes de la economía del conocimiento. El lugar es Deloitte University, un edificio de 800 habitaciones y lo último en tecnología para generar conocimiento a través de conferencias, seminarios, laboratorios y encuentros.

Más allá del espacio físico que está pensado para nutrir el encuentro con estaciones de comida cada 100 metros, salas de estar a la menor provocación e incluso un bar llamado The Barn en donde millennials conviven con baby boomers y miembros de la generación X, el espacio refleja la apuesta más robusta de una empresa con una fuerte inversión en una instalación cuyo único propósito es fomentar el conocimiento. Ninguna de las otras tres grandes firmas tiene algo similar y tampoco lo he visto en Google, Twitter o Uber.

El evento que me llevó a DU, como también se le conoce a la instalación, fue el Latin America CFO Vision 2016, un espacio que celebra su segunda edición y en donde los directores financieros de grandes empresas de América Latina se reúnen con el objetivo de abordar distintos temas como la gestión del talento, la relación con el Consejo de Administración, el entorno cambiante y los retos que enfrentan desde una posición que hoy demanda convertirse en un facilitador del negocio más que ser el que mantiene la disciplina en las finanzas de la organización. El evento que duró apenas un día y medio, que parecieron tres por la intensidad del contenido, me llevó a varias conclusiones.

Por un lado, me sorprendió la preocupación que hay entre los CFO de América Latina por el aspecto social de sus compañías, las implicaciones de la automatización que genera redundancias de capital humano, es decir, despidos.

También se asomó en todo momento el tema de la corrupción, el expresidente Felipe Calderón citó el alcance de la corrupción y la descomposición que eso genera, y la vinculación con el crimen organizado. Andrés Oppenheimer también destacó el impacto negativo que genera la corrupción, pero otra de sus preocupaciones tiene que ver con la falta de innovación en América Latina cuyo nexo es la falta de capacidad de los gobiernos para impulsar la educación.

La constante es la incertidumbre, no sólo en cuanto a lo que se perfila en el panorama político electoral de Estados Unidos, sino en el ambiente de negocios cuya constante es el cambio. Hay herramientas novedosas y prácticas que amplían la dimensión de la estrategia como la referida a la química de los negocios, una aproximación práctica y concreta de los tipos emocionales y sus reacciones y su traducción en las relaciones cotidianas de negocios.

En la economía del conocimiento el camino hacia adelante pasa por esfuerzos como el de DU, en donde se destinan recursos significativos al propósito del conocimiento en las empresas más allá de las escuelas de negocios.