David Páramo

Análisis superior

David Páramo

30 May, 2016

Qué dirán los analistas

Durante los últimos días, jaurías de analistas exigían que el Banco de México adelantara su junta de gobierno casi un mes para subir la tasa de interés o que la Comisión de Cambios realizara intervenciones para apuntalar al peso, medidas que, como documenté en este espacio, eran tan innecesarias como inefectivas.

Gran parte de esta presión, que incluso hizo que Luis Videgaray y Agustín Carstens salieran a atajarla, estaba fundamentada en una mezcla de mal análisis y ganas de notoriedad, también adolecía de información como la que se dio el viernes en el sentido de que el Fondo Monetario Internacional no sólo renovó, sino que incrementó a 88 mil millones de dólares la línea contingente.

Primero. Hay quienes, desde la profunda ignorancia, creen que aumenta el nivel de deuda del gobierno mexicano, que en su imaginación es un problema a pesar de que ha venido disminuyendo. Explicación para los menos sofisticados: El límite de crédito de una tarjeta de crédito no es lo mismo que la deuda del tarjetahabiente. Desde 2009 que se contrató por primera vez esta línea, no se ha girado un solo dólar.

Segundo. Esta línea del FMI se entrega a países que tienen un buen manejo en las finanzas públicas y un sistema financiero sólido, es decir, se entrega a países que cumplen bien con sus responsabilidades, puesto que nadie presta a naciones con bajas posibilidades de pago.

Se trata de un fuerte espaldarazo a las políticas económicas que ha seguido el país durante más de 20 años y que le han permitido sortear el complicado entorno económico sin crisis. Vale la pena destacar que de acuerdo con el FMI, México no sólo fue una de las economías con mejor desempeño durante el año pasado, es una de las que tendrá mayor crecimiento durante 2016.

En 2009, cuando se contrató por primera vez esta línea, el mundo se encontraba en una crisis financiera global. Ese año, el PIB de México cayó el 5.8%, el cual compara muy desfavorablemente con el crecimiento que tendrá el país este año que, según las estimaciones más pesimistas, será del 2.2%. Durante los primeros tres meses de este año, el país creció a una tasa anual del 2.8 por ciento.

Tercero. El contar con esta línea contingente, que sólo se utilizaría en un caso verdaderamente grave de presión en contra del peso, viene a fortalecer a las finanzas mexicanas y disminuir la tensión.

Habrá que ver si se disculpan los que ladraban por aumento en las tasas de interés para ganarle a la Fed, que por cierto, no ha cambiado su discurso puesto que sostiene que subirá las tasas de interés en la medida en que mejoren las condiciones fundamentales de la economía. El mismo discurso de los últimos meses. También será divertido ver cómo se justifican los que pedían una intervención de la Comisión de Cambios, la cual sólo se hará si el mercado se distorsiona.

IDEAS

El coordinador de los diputados del Partido Encuentro Social, Alejandro González Murillo, propuso a la Comisión Permanente reformas a la Ley de Aeropuertos para que los municipios puedan cobrar impuesto predial y licencias de operatividad mercantil y de venta de alcohol a los establecimientos que están ubicados en las terminales aéreas del país, puesto que tienen grandes utilidades sin pagar impuestos locales. Los cálculos de González Murillo señalan que el año pasado 38.4 millones de personas se transportaron en líneas aéreas y si cada uno de ellos hubiera gastado en promedio 100 pesos, resultaría que el consumo anual es de tres mil 840 millones de pesos, cuyas utilidades se concentran en las empresas dueñas de los locales.

INVIABILIDAD

Cada vez es más claro que ICA ha perdido total y absolutamente la viabilidad financiera puesto que, como ellos reconocen, no tienen recursos suficientes para enfrentar los vencimientos y han cargado de los bancos la obligación de seguirles prestando en una actitud que parece sacadas del Barzón o cualquier otra organización del no pago.

La realidad, pura y llana, es que hoy los bancos ven pocas ventajas de llegar a un acuerdo con la constructora, por lo que debería esperarse una solución fuera del control de ICA.

Uno de los errores que cometió reiteradamente ICA fue culpar a todos menos a ellos y hacer campañas de relaciones públicas en los que hablaban de una conspiración. Ojalá otras empresas comprendan que ese tipo de publirrelacionistas sólo les causan más problemas.

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