Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

15 Jun, 2016

Periodismo

CARTAGENA.- El clima caluroso, el sabor de las arepas y el ritmo de la música afroantillana generaron estos días un entorno amigable para un debate que resultó más bien lúgubre, y que tiene que ver con la supervivencia de una industria que ve su futuro incierto.

Por primera vez, un país latinoamericano de habla española, Colombia, fue la sede del Congreso Mundial de Medios Informativos WAN-IFRA, celebrado en esta ciudad entre el 12 y el 14 de junio, y en el que el tema dominante fue cómo crear modelos de negocios que devuelvan rentabilidad al oficio de contar noticias.

Gracias a la transición digital, los periódicos tienen más lectores que nunca, lo que no se traduce en mayores ingresos que garanticen su independencia política y económica. Lo mismo vale para los grandes cabezales internacionales que para los modestos diarios de ciudades pequeñas o pueblos, que en el caso latinoamericano deben enfrentar además presiones políticas y el asedio del crimen organizado.

Encontrar la fórmula para monetizar la información es tan rudo como ponerle el cascabel al gato, y así lo admitieron representantes de venerables marcas globales y expertos en el diseño de nuevas estrategias, quienes impartieron seminarios en los que tuve el privilegio de participar.

Stephen Fozard, director de Proyectos de Global Alliance for Media Innovation, y Kim Svendsen, director de Stibo Accelerator, expusieron su propuesta en cuatro ejes: la formación de laboratorios de prueba dentro de las empresas editoras, que se encarguen de pensar y ensayar ideas de contenidos y formas para atraer lectores y generar recursos sin temor a equivocarse; colaboración con universidades y proyectos académicos que refresquen la industria; una incubadora de startups, en los que la compañía editora funja como una suerte de casa matriz que financie e integre a emprendedores que le aporten creatividad y tácticas arriesgadas; y, finalmente, el establecimiento a escala regional de un ecosistema en el que florezca el mayor número de conceptos posibles y del que se beneficien los competidores ya consolidados y los emprendedores que inyecten sangre y neuronas frescas.

Sonaron interesantes experimentos como el de la japonesa Asahi Shimbun –de aprovechar la formación de su personal en redacción e investigación para redactar biografías de personajes por encargo, y así abrir una fuente de ingresos– y la francesa Amaury, que se asoció con la firma de videojuegos Glory 4 Gamers para crear una plataforma de entretenimiento en línea y así ganar bonos entre una audiencia juvenil.

Sin embargo, las objeciones de algunos de mis colegas sudamericanos me convencieron de cuán utópico resultaría tropicalizar estas propuestas en medio de presiones menos sofisticadas y de más urgente resolución. Aun así, un punto que me pareció rescatable –y que solemos menospreciar en nuestros excesivamente politizados ambientes– es el de ponernos en el zapato de nuestros lectores y conocer sus verdaderas necesidades,

Sensibilizarnos en esos puntos fue tarea de Julie Kennedy, responsable de Experiencia de Usuario del británico Daily Mail Group, quien compartió las dificultades de su propia firma para diseñar un método eficaz y simple para dar un regalo online a sus lectores, y Greg Barber, director de Proyectos Digitales de Noticias de The Washington Post, quien relató que una de las prioridades del nuevo dueño de ese diario, Jeff Bezos, fue precisamente imbuir en la redacción un espíritu de servicio al cliente, similar al de Amazon.

Y ya en las conferencias y mesas redondas saltaron temas que aún darán mucho de qué hablar. Uno de ellos lo protagonizaron medios francófonos: Le Monde, aún ve mucho futuro al periódico impreso, y La Presse de Canadá, que sustituyó el papel por un diseño especial para tablets. Se habló además de suplir el click por el clock (es decir, usuarios que no sólo registren visitas a un sitio, sino permanencia y profundidad de lectura) y el peligro que representan los bloqueadores de publicidad. Y, sobre todo, el que titanes como Google y Facebook le arrebaten a los periodistas la forma en cómo distribuyen sus contenidos.

A la misma hora que Cartagena debatía estos temas, otro gigante, Apple, presentaba el resideño de su app de noticias, como parte de su sistema operativo iOS 10. Es decir, de nuevo el futuro estaba cambiando frente a nosotros, pero no nos dimos cuenta porque estábamos muy ocupados discutiendo de él.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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