7 cosas que urge que los emprendedores sociales entiendan

Existe una combinación de retos que México tiene en común con otros países pero que, a la vez, lo hacen especial
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Existe una combinación de retos que México tiene en común con otros países pero que, a la vez, lo hacen especial. Foto: Especial
Existe una combinación de retos que México tiene en común con otros países pero que, a la vez, lo hacen especial. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Qué hace falta en el ecosistema emprendedor social mexicano? Podríamos soltar una respuesta simple: muchas cosas. Pero esa no es la intención.

Existe una combinación de retos que México tiene en común con otros países pero que, a la vez, lo hacen especial.

Al respecto Víctor Moctezuma, CEO de iLab, incubadora social con presencia en Xalapa, Veracruz, explicó cuáles son los tres retos que, a su consideración, urge que los emprendedores sociales entiendan:

Poca innovación

“¿Qué tipo de problemáticas se están solucionando?”. Moctezuma se preguntó en el marco de la alianza entre Dell y iLab para impulsar proyectos emprendedores en el país: “Se están empujando copias de modelos que ya se hicieron en otras partes”, respondió.

El grado de innovación es bajo. Tienes una gran cantidad de aplicaciones móviles cuando muchas de las soluciones que se requieren en el país tienen que ver con objetos, procesos o incluso con transferencia de know how. Hay mucha investigación documental que hace falta a nivel de práctica”, aseguró.

Enfoques incorrectos

“Se piensa en un mercado que no refleja la realidad nacional”. Explicó que cuando los emprendedores lanzan una aplicación móvil, buscan que los usuarios tengan el teléfono inteligente y una gran presencia en redes sociales; sin embargo, “eso solamente sucede en tres o cuatro estados del país”.

Afirmó que no se están creando soluciones para la gran masa. “¿Dónde quedan los 60 millones de consumidores que representan la parte media y baja de la pirámide? Ese debería ser el target”, dijo.

Moctezuma recomendó, además, preguntarse dónde está la oportunidad y cómo satisfacer las necesidades de los más vulnerables.

[Ellos] no tienen el ingreso disponible para los productos que se están haciendo, que pueden llegar a ser tendencia en moda, y no los van a adoptar sino de forma tardía”.

Escaso financiamiento

Moctezuma aseguró que los apoyos gubernamentales son limitados. Además, explicó que los pocos que se “animan” a invertir lo hacen a un pequeño sector del emprendimiento. “El grado de inversión que se aplica a través de capitales privados falta que se abra más a adoptar tecnología novedosa”, dijo.

En tanto Juan Del Cerro, fundador y director de Disruptivo Tv, señaló los paradigmas alrededor de este modelo en el marco del Social Media Week 2016.

Afirmó que, tradicionalmente, pensamos que las empresas generan dinero y las fundaciones generan impacto, pero “creemos que no se puede hacer dinero generando impacto social positivo” y, sobre todo, “no estamos conscientes de cómo lograrlo”.

Ante ello, explicó cuáles son los cuatro paradigmas a considerar para crear empresas sociales sólidas:

No son víctimas

“Vemos a las personas en condiciones de pobreza, adultos de la tercera edad, personas con discapacidad, es decir, cualquier tipo de grupo vulnerable, como víctimas, y debemos empezarlos a ver como clientes potenciales”, dijo.

Explicó que si los victimizamos, ellos sentirán que forzosamente necesitan de otro para resolver sus problemáticas y es ahí donde cabe la posibilidad de reforzar círculos viciosos.

Enamorarse del problema

Otro gran problema de los emprendedores es que se enamoran tanto de sus ideas que hacen todo lo posible para que parezca que son las mejores.

Nos tenemos que enamorar del problema y tenemos que entender cómo ese problema afecta a la gente que está relacionada con él. Una vez que lo entendamos, vamos a poder hacer grandes ideas y grandes soluciones que lo resuelvan”.

“Ensuciarse” las manos

“Las grandes soluciones no están en foros, eventos o en las universidades y no están en las oficinas”, dijo. Del Cerro invitó a los asistentes a salir de su zona de confort: “salir a la calle, conocer a la gente para entender qué le gusta, qué le molesta, qué sueñan las personas y cómo se viven los problemas para entonces desarrollar mejores ideas, proyectos y resolver los problemas”, comentó.

La tecnología es nuestra aliada

Eso sí. Ser emprendedor social no significa desligarse de la tecnología. “En realidad nosotros tenemos la opción de decidir qué vamos a hacer con ella. Es un medio, nosotros tenemos la opción de decidir si convertimos a la tecnología en una herramienta para crear impacto positivo o no”, sentenció.

*livm

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