Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

27 Jun, 2016

Brexit y Mexit: ¿se emparejan?

El entorno de volatilidad e incertidumbre que genera la decisión tomada por la mayoría británica que votó por la salida de la Unión Europea, diluyó la atención sobre el anuncio del recorte realizado por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.

Mientras los británicos acomodan su salida europea, en México se aprovecha el entorno para acomodar bien el ajuste presupuestal con el fin de asegurar el cumplimiento de metas de déficit amplio, ya que el próximo año el déficit presupuestal amplio debe bajar a 3% del PIB, el límite para mantener el grado de inversión considerando tres años de abandono de la meta. O sea, ¿el Mexit?

El recorte de 31 mil 715 millones de pesos que —sin considerar los 100 mil millones de ajuste en Pemex, y 2 mil 500 millones de CFE— se suma al de 32 mil 300 millones de pesos anunciado apenas el 17 de febrero. Debemos considerar el reacomodo que tendrá en finanzas públicas el que México haya logrado resolver la deuda de pensiones en CFE y Pemex, y que sólo le queda en pensiones estatales y universidades.

En total, entre febrero y junio el ajuste al gasto fue de 64 mil 015 millones de pesos de ajuste, del cual cerca del 30% es gasto en inversión (programada, pero sin arrancar) y el resto es gasto corriente (abajo le diré dónde se observa la incoherencia), y representa en conjunto 1% del PIB, incluyendo el ajuste en Pemex.

¿Este “Mexit” (salir del déficit es todo un entuerto en medio de una fuerte volatilidad y un entorno de contracción del comercio global) es necesario para alcanzar la meta presupuestal?

La respuesta es “sí”. En 2016, la meta estrecha incluida en pre-criterios es alcanzar un déficit de 0.5% del PIB y en RFSP de 3.5%. Para el 2017, la meta era de equilibrio presupuestal y ahora se ha convertido en superávit primario de 0.2% a 0.3% del PIB. Además, considerando el remanente de Banxico, el plan de financiamiento público que se anunciará esta semana traerá un ajuste adicional de 25 mil millones de pesos, y aun cuando el Banco de México, que gobierna Agustín Carstens, decidiera un incremento en la tasa de interés (0.25 puntos base es lo que apuestan los analistas privados, dado que los momios se sitúan en rango de 8-2, aunque en 0.50 andan en rango de 4-6), el programa no variaría por aumento en el costo financiero si considera que para el 2016 se programó un aumento importante en la tasa de interés interna y externa que, en el primer caso, casi no se ha movido y, en el segundo, apenas estaría en línea con lo programado.

Si la proyección del equipo de Videgaray es correcta, es muy probable que al final del año se alcance equilibrio presupuestal (cero déficit) y el amplio cierre en 3.0%. Esto implica medio punto porcentual de la meta aprobada presupuestalmente.

Esto hace altamente creíble que la administración del presidente Enrique Peña Nieto pueda alcanzar en 2017 un superávit primario de 0.3% del PIB (no habrá salvación de otro ajuste para el presupuesto del año que entra cercano a los 150 mil millones de pesos), para alcanzar un déficit amplio de 2.5% del PIB y la reducción de RFSP a 3% del PIB.

Esto es oro molido para México porque aumenta las posibilidades de que no se reduzca la calificación soberana en Moody’s, S&P y Fitch, aún con el ajuste de la plataforma de producción en Pemex a 2.1 millones de barriles diarios de petróleo crudo equivalente y el precio promedio del barril de crudo se ubique en torno a 25 dólares el barril.

Sin embargo, hay decisiones de ajuste presupuestal anunciado muy cuestionables. La Reforma Energética, estará de acuerdo, está sustentada en la transición de la oferta monopólica y pública de energéticos a la estructuración eficiente de un mercado que, sobre todas las cosas, requiere fortalecer la regulación.

Bueno, pues le tocó el recorte a la Comisión Reguladora de Energía y a la Comisión Nacional de Hidrocarburos. ¿Y en qué cree que la ajustan? “En-el-gasto-necesario-para-regular-al-mercado-de-gasolinas-hidrocarburos-y-energía”. #NoLoPuedoCreer.

La CRE no pudo ejercer el gasto en tiempo porque no tenía presidente, porque el Congreso no lo había nombrado, y apenas en mayo y lo que va de junio está logrando abatir el rezago regulatorio. En el caso de la CNH, está en proceso la revisión de los farmouts de Pemex. Si creen que el software no es inversión y la regulación no es indispensable, pues entonces ¿cuál es el criterio con el que operan ajustes al “gasto corriente”?

DE FONDOS A FONDO

El corporativo francés Michelin, que dirige Jean-Dominique Senard, viene con todo para establecer su primera planta en Guanajuato, una noticia que para el hubb automotriz es extraordinaria, pues con todo y la contracción de ventas automotrices registrada en el mercado de Estados Unidos, México, con su logística y capacidades productivas, sigue siendo muy atractivo. Ildefonso Guajardo, de Economía, y Francisco González, de ProMéxico, han acompañado esta inversión que sumará 510 millones de dólares en principio para ampliar su oferta de alta gama en el mercado de llantas del país.

Espere usted el anuncio del director general de Michelin Norteamérica, Oick Wilkerson, en esta semana, pues el mercado llantero tiene un importante rezago frente a la demanda interna. Con las nuevas armadoras en instalación, de 34 millones de llantas que hoy día se venden, se espera que aumenten en 10 millones más, lo que explica las inversiones de Goodyear en SLP y Bridgeston en Cuernavaca. Y no dude que pronto vengan llanteras coreanas y chinas al mercado nacional.

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