¿Qué le pareció el triunfo del Brexit en España?

Una de las ventajas que tiene la globalidad y su consecuente, las economías abiertas, es la velocidad con las que decisiones tomadas en éste o aquel país —cuyo peso específico en la escena mundial es relevante—, se ven reflejadas en el resto del planeta. El caso más actual, es el Brexit y las elecciones en España este domingo 26, hace dos días.

En ellas, uno de los personajes que atrajo la atención de los políticamente correctos, de allá y aquí, fue Pablo Iglesias, más parecido al comediante mexicano Teo González, que a un político que aspiraba a sustituir a Mariano Rajoy al frente del Gobierno de España.

No únicamente quedó en ridículo porque el sorpasso (Rebase, o adelantamiento como dicen los españoles, en un certero golpe de karate al idioma), no se concretó en modo alguno sino también, porque el PSOE, partido al que aquel joven ya le había extendido su certificado de defunción, lo supero por 14 escaños (85 contra 71).

¿Por qué la alianza encabezada por Podemos e Izquierda Unida y otros membretes, fue derrotada por los electores españoles? ¿Por qué no compraron éstos, las propuestas dizque justicieras, del joven comediante español?

Porque, entre otros elementos, los primeros efectos del Brexit fueron tan negativos y el futuro tan negro dibujado por la decisión tomada por los ingleses, que el temor a que en España se presentare, si no algo igual, sí parecido, llevó a cientos de miles de electores a votar en favor del Partido Popular y el presidente Rajoy, y de una ruta sensata en la conducción económica y política.

Ya los especialistas en España nos dirán, cuál fue el peso del Brexit en la decisión del elector español, y las consecuencias que aquella decisión y sus efectos negativos que ya se han dejado ver, tendrá en la supervivencia de grupos de radicales extremistas, como el que encabeza el joven de la cola de caballo, y sus camisas desfajadas.

Asimismo, una vez que los polvos levantados por la decisión de los electores españoles se asienten, habrá que estar atentos a los efectos que el Brexit tendrá en Francia y en las posibilidades reales de la señora Le Pen y sus posiciones xenófobas y en favor de la salida de Francia de la Unión Europea, y en las de Donald Trump, en la elección por la Presidencia de Estados Unidos este noviembre.

Una vez superados ambos obstáculos, y el Brexit hubiere contribuido a la derrota de ambos, seguirá la madre de todas las elecciones para los mexicanos: la presidencial del año 2018.

¿Tendrá algún efecto el Brexit en ella? ¿Acaso los electores mexicanos desecharán las consecuencias negativas que, para esas fechas serán más que evidentes, tanto en la Gran Bretaña como en buena parte de Europa, y en otras regiones del planeta?

¿Acaso somos, y aún seremos tan tontos para desechar la evidencia, y saltar al vacío al votar por la demagogia y la mentira, y en favor de análisis pedestres, propios de demagogos y desequilibrados más que de personas cuerdas, como los que suelen hacer y difundir López y sus teóricos de cabecera?

Si así fuere, no lamentemos al otro día la decisión tomada y como adultos, enfrentemos las consecuencias como tendrán que hacerlo los ingleses.